LA NUEVA SECRETARÍA DE INTELIGENCIA SE VIENE TODAVÍA MÁS KIRCHNERISTA

Cristina Fernández anunció, ayer en cadena nacional, que convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso para tratar «disolución» de la Secretaría de Inteligencia (SI) y la conformación de la nueva «Agencia Federal de Inteligencia», un organismo está pensado para funcionar directamente vinculado y dependiente del Ejecutivo.

Imagen: Captura de TV

Según Cristina el proyecto, que se trataría a partir del 01/02 próximo, apuntaría a «transparentar» los servicios de inteligencia. Así lo anunció ayer durante un discurso que duró casi una hora, que fue dado desde una silla de ruedas (a pesar de que sólo padece un «esguince menor de tobillo izquierdo») y dónde además vinculó a Lagomarsino con el Grupo Clarín y negó categóricamente el hecho de que Alberto Nisman había sido designado por la Procuración General a pedido de Néstor Kirchner.

«Debemos comenzar a trabajar sobre un proyecto de reforma del sistema de inteligencia argentino para transparentar un sistema que no ha servido a los intereses nacionales», afirmó la presidenta olvidando que hace 11 años que son la cabeza de la Secretaría de Inteligencia.

La nueva SI todavía más K, ahora camporista

A través de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) se dirige el Sistema de Inteligencia Nacional. Su director es el secretario de Inteligencia, un miembro especial del Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación. La SI funciona en el marco de Ley de Inteligencia Nacional N°25.520, que fue decretada en junio de 2002.

Ahora, la presidenta se propone desmantelar la SI y crear la nueva Agencia Federal de Inteligencia que estaría encabezada por un director y subdirector quienes estaría cuatro años en el cargo. Por su parte, esta mañana Jorge Capitanich confirmó que la designación de ambos funcionarios requerirá respaldo de la mayoría simple del Congreso, número que, al día de la fecha, el kirchnerismo tiene asegurado en ambas Cámaras.

Un tema preocupante es el punto que propone la transferencia del sistema de escuchas a la Procuración General de la Nación, hoy en manos de Alejandra Gils Carbó. Y no hay duda alguna de que el organismo de Carbó responde directamente a los intereses del Ejecutivo, incluso desde antes de la década ganada.

«Se establece también la transferencia a la Procuración General del Sistema de Observaciones Judiciales, conocido con el nombre de «Ojota», que es el sistema de escuchas que ordenan los jueces y que hoy está en el ámbito del Poder Ejecutivo», afirmó la CFK y podemos traducirlo como que la autorización para realizar escuchas telefónicas quedará en manos de la Rosada.

Por otro lado no es menor la pregunta sobre lo qué sucederá con los actuales agentes de inteligencia. ¿Qué va a hacer el Estado con los 2000 agentes orgánicos y los 6000 agentes inorgánicos que integran la SI? ¿Pasarán a formar de la nueva secretaría? ¿Tendrán que salir a buscar trabajo en el sector privado (y no necesariamente a un McDonal´s)?

Esta mañana Jorge capitanich fue abordado con tales preguntas y su única respuesta fue que «la conformación del personal de inteligencia será motivo de la nueva constitución orgánica y los procesos de selección de su personal conforme al perfil que adquirirá la nueva agencia». Es decir que todavía no saben qué hacer con el enorme de número de espías en el medio.

De momento parece que Cristina está tratando de sacarse de encima el peso de la muerte de Nisman de la forma fácil, a la manera K: Culpando a otros. Pero, sin importar cómo se desarrolle la investigación el hecho es claro, un fiscal que investigaba una causa de encubrimiento que implicaba a altos funcionarios del Estado, incluida la presidenta, fue encontrado muerto en su departamento (y en circunstancias dudosas), mientras estaba bajo la custodia y protección de la Policía Federal y los principal sospechosos integran la Secretaría de Inteligencia dependiente del Estado.

Y mal que le pese a la señora presidenta, la Secretaría de Inteligencia fue ampliamente reformada y toqueteada a gusto del ex presidente Néstor Kirchner en 2005, cuando se propuso redefinir el Sistema de Inteligencia Nacional y permitir el asenso de SU gente de confianza. En los últimos años la SI brilló por ser uno de los organismos menos controlados del Estado, tampoco es un secreto. Ahora están haciendo lo mismo y creando una nueva SI todavía más dependiente del ejecutivo y, como siempre, sobre la base de una profunda improvisación.