El comprador es también conocido en el ambiente gremial empresario por su actividad en la Confederación General Económica (CGE), una entidad alineada con el oficialismo.
La autopartista de San Juan Delphi Packard, hasta hace unos meses en manos de un fondo buitre, fue adquirida por el empresario Enrique Ruffo, quien se comprometió a mantener los casi 600 puestos de trabajo que peligraban por el posible cierre, gracias a ayuda oficial a través de los programas Repro.
Ruffo es un empresario afín al ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y dueño de Cibasa, que fabrica conductores eléctricos.
El comprador es también conocido en el ambiente gremial empresario por su actividad en la Confederación General Económica (CGE), una entidad alineada con el oficialismo. Hasta hace unos meses la firma era propiedad del fondo Elliott, del financista internacional Paul Singer, que le ganó a la Argentina en Nueva York el juicio por los bonos impagos de la deuda y que le exige al Gobierno el pago inmediato de casi 1.600 millones de dólares.
La situación de Delphi preocupaba a 470 operarios que la planta autopartista ocupa de manera directa y a otros 130 indirectos, entre personal de limpieza y seguridad, que venía realizando protestas gremiales en reclamo de la continuidad de las fuentes de trabajo. El posible cierre de la planta era seguido también por el gobierno de San Juan, por ser Delphi la mayor contratista privada de la provincia.
Ruffo se comprometió a mantener los puestos de trabajo, tres días antes del anunciado cierre por parte de los anteriores dueños. Voceros del Ministerio de Industria de la Nación confirmaron la operación a favor del empresario argentino, a quien se le garantizó que varias terminales automotrices comprarán los mazos de cables que produce la empresa.
Según trascendió, a Ruffo también le garantizaron ayuda oficial a través de subsidios directos o mediante los programas de recuperación productiva (Repro) del Ministerio de Trabajo, para ayudar a sostener los puestos de Trabajo.
Fuente: Mdzol