Capitanich convocó a Pichetto para evitar una fractura mayor
Por Soledad Maradona | Para LA NACION
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El senador kirchnerista Miguel Pichetto está decidido a ser candidato a gobernador como sea. Con el río revuelto en el Partido Justicialista provincial, un congreso suspendido por la presencia de presuntos grupos violentos y varios precandidatos que intentan disputarle el lugar, el rionegrino busca apoyo en la Casa Rosada, adonde fue convocado para intentar zanjar los problemas.
El PJ tiene grietas y no logra unificar criterios tras un único proyecto. Las precandidaturas lanzadas de Osvaldo Nemirovsci, un kirchnerista que acompañó a Néstor en 2003, el desembarco de La Cámpora tras la figura del joven legislador Martín Doñate y con un Martín Soria, hijo del gobernador fallecido en diciembre de 2011, que coquetea con la posibilidad de arrebatarle el título al senador, aunque aún no lo define públicamente, el peronismo no encuentra tranquilidad al iniciar la ruta para las elecciones provinciales que posiblemente se anticipen a septiembre.
«Hay que superar algunas dificultades que son propias de la vida de los partidos, no le veo mayores problemas», dijo el senador a LA NACION, buscando bajar la trascendencia del conflicto interno, tras lo cual destacó que espera consolidar su candidatura y «por supuesto, contar con el apoyo nacional».
El senador pretende que si no se reglamentan las PASO en Río Negro, se convoque antes de abril a internas partidarias abiertas o, en su defecto, si el gobernador sorprende anticipando las elecciones en 90 días, que el Congreso donde cuenta con mayoría defina la fórmula.
Del otro lado, Nemirovsci cuestiona el liderazgo de Pichetto al no lograr concretar el primer congreso partidario del año, que la semana pasada suspendió el senador por no «tener garantizada la seguridad», denunciando la «intromisión» del gobernador, adherente al Frente Renovador, en la vida interna partidaria.
Por su parte, el vicegobernador Pedro Pesatti, peronista alineado con Weretilneck, dijo que la suspensión se debió a la falta de acuerdos entre el senador y Soria, algo que ambos dirigentes descartaron tibiamente. Con la interna desatada, los aliados al gobernador creen jugar con ventaja para ganar por fuera.
Los intendentes peronistas, en tanto, están indecisos. Liderados por Soria en la última pelea contra el gobierno provincial por los fondos petroleros, algunos reclaman espacios, como la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini. Y la senadora Silvina García Larraburu, sin meterse de lleno en la pelea, exhibe como botín el caudal de votos que puede sumar.
El complejo escenario será analizado la próxima semana en Buenos Aires, en una reunión convocada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, a la cual, además del senador -que aparentemente solicitó la intervención de la Casa Rosada-, también asistirá Martín Soria..