EN FOCO
Nuestro diario tiene la obligación de mostrar la realidad tal cual es, a pesar de que en ocasiones no nos guste. Durante los últimos 11 años los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner dejaron a nuestro país de rodillas, en total indefensión. Desmantelaron las Fuerzas Armadas, debilitaron a la industria nacional y provocaron que el mercado interno luzca frágil y sin competitividad, además, los dirigentes políticos no están a la altura de las circunstancias y los gremialistas perdieron totalmente el norte.
Estos males inducidos por el kirchnerismo nos han dejado indefensos y esta condición dio lugar a la pelea por el poder de los llamados “servicios de inteligencia”. Pero en realidad esos “servicios” son manejados por intereses políticos y económicos que afectan a toda la ciudadanía.
El lector sabrá apreciar que el 2015 es un año electoral y que en siete meses, en las PASO, se elige mucho más que un candidato. Por eso, la denuncia presentada anteayer por el fiscal federal Alberto Nisman fue estratégica: deja herida a la presidenta Cristina Kirchner y a todos los dirigentes del Frente para la Victoria. Y deja abierto el camino a otros dirigentes que representan intereses que nada tienen que ver con el bienestar del pueblo argentino.
Quizá ahora el pueblo soberano no lo perciba con claridad, pero lo que está en juego este año tendrá consecuencias estructurales en el futuro inmediato y en el largo plazo.
La investidura de la presidenta quedó severamente dañada por la denuncia del fiscal Nisman, quien sostiene que Cristina Fernández de Kirchner habría accedido a brindar impunidad a los imputados iraníes por perpetrar el atentado a la sede de la AMIA en julio de 1994, en el que fallecieron 85 personas, a cambio de intercambios comerciales con ese país oriental.
El fiscal Nisman, seguramente, responde a intereses trasnacionales. Sus contactos permanentes con la embajada de Estados Unidos no se pueden esconder. Tampoco con parte de agentes de la exSIDE.
Entonces, ¿cuál es la disputa de fondo en esta historia? Pues bien, se trata de intereses geopolíticos. Argentina tiene riquezas naturales que codician naciones como Estados Unidos, Rusia y China. Nuestro suelo, nuestra posición geográfica, nos pone en una situación favorable y apoderarse de este territorio es el objetivo de las potencias.
Cuando en octubre o noviembre –si es necesario un balotaje- se elija un nuevo presidente de la nación, estaremos confiando en que ese representante tome sabias decisiones en política, en economía, en todo lo que signifique engrandecer el país, que dirija el dictado de leyes y que sea un estadista que procure el bienestar del pueblo con excelsas relaciones internacionales. Por eso será determinante saber cuáles son los intereses que representan cada uno de los candidatos.
La denuncia de alto impacto que radicó el fiscal Nisman es de suma gravedad. Va a lastimar a las instituciones y a todos los estamentos ciudadanos, pero no todo está perdido. El padre de la patria, Don José de San Martín, cuando le advirtieron del peligro de trasladarse hasta Chile sin ropas y sin comida, contestó: “Vamos a cruzar las Cordilleras con nuestros gauchos en pelotas si fuera necesario”.
Puede sonar contradictorio. Este relato podría interpretarse como una defensa a Cristina Kirchner. No lo es. Es una defensa a la soberanía nacional. Nuestra crítica por dejar a nuestro país con defensas bajas, desnutrido, nunca va a cesar. Y es por eso que ahora vivimos horas de bochorno. Nos han convertido en una presa fácil. Por eso queremos expresar esta verdad. El resurgimiento de una nueva Argentina está en peligro.
Repercusión internacional por el pedido de indagatoria a CFK
La decisión del fiscal Alberto Nisman de acusar a la presidenta Cristina Kirchner de liderar un plan para dar impunidad a los responsables del ataque terrorista a la AMIA fue reflejado por los principales medios del mundo.
Así lo hicieron las primeras planas de El País y El Mundo de España, The New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post, de Estados Unidos, El Observador y El País de Uruguay, O Globo y O Estado de Sao Paulo de Brasil, La Tercera de Chile, El Universal de México y The Guardian de Gran Bretaña.
Ginsberg: “Se trata de un nuevo encubrimiento”
La integrante de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), Laura Ginsberg, consideró ayer que la denuncia que pesa sobre la presidenta Cristina Fernández en la investigación por el caso AMIA «es muy grave», al advertir que «se trata de un nuevo encubrimiento» que «en el pasado fue al atentado mismo y ahora a la conexión internacional».
Ginsberg también afirmó que «todo esto se ha pergeñado en la cabeza» del ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) Jaime Stiusso: «Se ha pergeñado la construcción de la responsabilidad iraní y se ha pergeñado la deconstrucción de la responsabilidad iraní», agregó.
En este sentido, la viuda de José Enrique Ginsberg, una de las víctimas del atentado a la mutual judía, sostuvo que «cuando la oposición reclama esperar el accionar de la Justicia, ya sabemos a quiénes responden los jueces: los jueces responden a la Secretaría de la Inteligencia».
«Esta denuncia parece ser muy grave, pero no tenemos derecho a conocer sus fundamentos», cuestionó la integrante de Apemia, e insistió que el responsable por al atentado ocurrido el 18 de julio de 1994 «es el Estado argentino».
Fuente: Diario Hoy