Tailandia.En estos días, otro también atacó un restaurante. El gobierno tailandés dispuso medidas de vigilancia. Según las asociaciones protectoras, es la gente la que los molesta.
Ya sea por estrés, travesura o por hambre, en los últimos días visitantes de un parque natural en Tailandia fueron sorprendidos por elefantes. Uno de ellos destrozó el local de un restaurante y otro pisoteó y hasta llegó a sentarse sobre un auto. Por eso, ante estos ataques, ahora aumentará la vigilancia: limitarán el tráfico de vehículos en algunos trayectos y marcarán las zonas habituales de paso de los paquidermos en las carreteras que atraviesan el parque.
En el último incidente ocurrido el lunes, un elefante de unos 30 años llamado «Duan» -que en tailandés significa amputado y hace referencia a la cola cortada del animal-, destruyó un pequeño restaurante, incapaz de resistir el aroma de la comida. «Quería sal, azúcar o cualquier condimento», dijo Kanchit Srinoppawan, director del parque nacional Khao Yai, que alberga a unos 300 elefantes salvajes. Los paquidermos necesitan acompañar los 200 kilos de comida que ingieren diariamente con minerales. Y durante la temporada de apareamiento, pueden volverse agresivos.
El fin de semana, otro elefante pisoteó con sus dos piernas la parte delantera de un coche, que estaba ocupado. Después, el animal incluso llegó a sentarse sobre el vehículo. «Los conductores se detuvieron cuando vieron al elefante y como el animal no podía cruzar la calle se sintió estresado y pisoteó el vehículo», afirmó Kanchit.
En los videos se ve cómo un elefante se sienta sobre el techo de un auto y se sube con las patas delanteras en el capó de otro vehículo, arrancándole el espejo y el paragolpes.
Soraida Sawala, secretaria general de Amigos del Elefante Asiático, indicó que los elefantes no son violentos por naturaleza y que las agresiones deben haberse provocado por ruidos del tráfico. Soraida advirtió de que si los elefantes hubieran querido ser realmente violentos habrían hecho volcar los coches con el peso de sus cuerpos, que llegan a pesar más de 3 toneladas.
Guardas del parque natural indicaron que en ocasiones son los guías turísticos y visitantes irresponsables los que utilizan las bocinas y otros medios para llamar la atención de los elefantes y otros animales salvajes para hacerles fotografías.
En Tailandia, hay unos 2.500 elefantes salvajes y otros 2.000 domesticados, que llegan a pesar 3,5 toneladas y medir 3 metros de largo. A principios del siglo XX, Tailandia tenía unos 100.000 elefantes, especie que se encuentra actualmente en peligro de extinción, según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Fuente: Clarin