Francisco: «No se debe permitir que las creencias religiosas sean utilizadas para justificar la guerra»
En Sri Lanka, un país atravesado por conflictos recientes y con gran diversidad de credos, el Papa volvió a condenar el uso de la fe para justificar la violencia.
El papa Francisco instó hoy a los líderes religiosos a que denuncien los actos de violencia que se cometan en nombre de la fe, durante el encuentro interreligioso que mantuvo en el Centro de congresos Bandaranaike en Sri Lanka.
En una ceremonia a la que asistieron representantes de todas las confesiones religiosas presentes en Sri Lanka, Francisco afirmó que «por el bien de la paz, nunca se debe permitir que las creencias religiosas sean utilizadas para justificar la violencia y la guerra».
«Tenemos que exigir a nuestras comunidades, con claridad y sin equívocos, que vivan plenamente los principios de la paz y la convivencia que se encuentran en cada religión y denunciar los actos de violencia que se cometan», subrayó en su primer día en Sri Lanka.
A su llegada, el papa Francisco abogó por la colaboración y el respeto entre las distintas religiones para conseguir la reconciliación y consolidar la paz en este país, donde se han vivido 30 años de guerra civil.
Así lo expresó durante su discurso ante las autoridades cingalesas en el aeropuerto de Colombo a su llegada a Sri Lanka, donde permanecerá hasta el 15 de enero, cuando tiene previsto viajar a Filipinas.
La historia de Sri Lanka, que ha vivido treinta años de guerra civil entre los tamiles y los cingaleses y que concluyó en 2009, sirvió al papa para afirmar: «Es una tragedia constante en nuestro mundo que tantas comunidades estén en guerra entre sí».
Ahora, recordó el Papa, en el país, se «trata de consolidar la paz y de curar las heridas», aunque «no es tarea fácil superar el amargo legado de injusticias, hostilidad y desconfianza que dejó el conflicto».
Para el proceso de recuperación de Sri Lanka, el pontífice aconsejó «la búsqueda de la verdad», aunque, precisó, «no con el fin de abrir viejas heridas, sino más bien como un medio necesario para promover la justicia, la recuperación y la unidad».
En este proceso para consolidar la paz de este país, en opinión de Francisco, «los creyentes de las diversas tradiciones religiosas tienen un papel esencial».
En este país conviven budistas, que es la religión mayoritaria con el 70% de la población, el 12,6% son hinduistas, el 9,7% musulmanes y el 7%, católicos.