Una obra de dos mil metros cuadrados pintada en el barrio porteño de Barracas se convirtió en el mural más grande del mundo y entró al libro Guinness de los récords para la categoría “hecho por un pintor”.
La creación del artista urbano Alfredo Segatori se llama “El Regreso de Quinquela” y no solo homenajea a Benito Quinquela Martín, sino también a vecinos y trabajadores de las fábricas de la zona.
En las paredes hay 70 retratos de gente que pasa por ahí todos los días. La obra, ubicada en Pedro de Mendoza y San Antonio, podría seguir extendiéndose.
Fuente: La Razon