Ella cumple 102 y él 104

Lola Pérez y Alfredo Romero son platenses y hoy festejan sus respectivos cumpleaños. El diario Hoy dialogó con ambos, en la intimidad de sus hogares y nos contaron sus secretos para pasar la barrera de los 100 plenos y saludables

Dolores Pérez, vive en su coqueta y antigua casa del barrio “El Mondongo” junto a su hermana Beba. Vital, audaz, atenta y simpática, son algunos de los adjetivos que describen a Dolores, quien hoy estará soplando la velita número 102. “Los está esperando desde hace rato… se arregló y se puso linda para ustedes”, expresa su hermana, al abrir la puerta y recibir a los enviados de este medio.

Lola (como la llaman todos en su familia) fue maestra de Matemática y Física a lo largo de toda su vida laboral activa. Retirada en el año 53, hace más de un año recibió un emotivo homenaje de los ex alumnos de la escuela Nº 58 del barrio Meridiano V. Además, dictó clases en Colegio Nacional y el Normal 2.

“Busco amar la vida y tratar de mejorarla día a día. Me encanta la familia que tengo y que después de tantos años mis ex alumnos, que son como si fueran mis hijos, me sigan recordando y queriendo tanto después de todos los años que pasaron” señaló Dolores.

En esta oportunidad, mientras Lola sopla una nueva velita en su larga vida, nos cuenta el secreto para mantenerse llena de energía. “Trato de evitar en toda forma el stress que predispone al envejecimiento. Disfrutar las cosas con la responsabilidad de enfrentarlas, sin evitarlas, pero disfrutando de la vida”.

Ella se levanta todos los días a las 8 de la mañana, momento que disfruta de unos mates con su hermana Beba: “organizamos nuestro día. Quien cocina, quien lava y como sigue el día. Según me dicen soy la que mejor cocina”, cuenta con una sonrisa picarona la cumpleañera.

“Mi dieta es comer de todo, pero poco y nada frito. Tengo mis plantas y me retan para que no agarre la pala. Me gusta estar activa, caminar y leer. Tengo muchos libros y todavía leo. Además, coso, tejo y le gano a mi hermana en el scrabble”, finaliza Lola, para dejar en claro porque se la ve tan bien y saludable cruzando la barrera de los 100.

“No trasnoché nunca, no fumé ni me emborraché en toda mi vida”

Mi fórmula fue haber sido muy prudente durante toda mi vida. No fui trasnochador, no fui peleador, no fumé, no me drogué ni sé lo que es emborracharme. De mi trabajo a casa, a disfrutar de la vida sin ningún exceso. Hoy en día sigo con esa temática”, nos cuenta Alfredo Romero en su casa de Villa Elvira, donde recibió a este medio con la amabilidad de todo un anfitrión y la compañía de su amada esposa Irma, quien lo acompaña hace 74 años.

Alfredo, como Lola, también está de festejo en la jornada de hoy: 104 años para el Tripero de Villa Elvira. Romero trabajó toda su vida en la histórica y conocida ferretería Argentina, ubicada en calle 49 entre 6 y diagonal 80. “Era repartidor y conocí muchas provincias llevando cosas. Me gustaba mucho hacerlo y disfrutar de conocer gente”, nos explica Romero.

104 años y su vida sigue siendo muy similar a lo que hacía de joven. Claro, ya no trabaja y algunos huesos empiezan a pasarle factura, aunque afirma que no se puede quejar. “Nada que coma me hace mal. Soy de buen comer y de todo. Lo necesario para estar bien en cada comida. Eso sí, siempre sin alcohol. Además no tomo ni una pastilla”.

En la charla íntima con Hoy, Alfredo valoró mucho todo lo que hacen por él su hijo Jorge, su sobrino Amador y su mujer Irma. Cuenta que le “gusta mirar tele, ver a mi lobo querido, porque soy hincha de Gimnasia de toda la vida. Miro fútbol, noticieros, pero sobre todo cosas divertidas que me hagan reír y bien. Estoy muy feliz y contento por otro año más. No me puedo quejar de nada, no tengo reproches y tengo la conciencia tranquila de todo lo que hice a lo largo de mi vida”, sintetizó Romero, como le dicen en el barrio, para seguir disfrutando de sus “más de 100”.

Fuente: Diario Hoy