Los atacantes de “Charlie Hebdo” y un cómplice que retuvo a rehenes en un negocio judío murieron a manos de la policía tras largos asedios. Una sospechosa continuaba prófuga.
París. En medio de explosiones y disparos, fuerzas de seguridad francesas pusieron fin ayer a una crisis terrorista que duró tres días en los alrededores de París: mataron a dos hermanos vinculados con Al Qaeda, responsables de una matanza en un semanario satírico y también aniquilaron a un cómplice que tomó rehenes en un supermercado judío en un intento para ayudarlos a escapar.
Los peores hechos de terrorismo ocurridos en décadas en Francia dejaron al menos 20 muertos, incluidos los tres agresores. Continuaba sin conocerse la suerte de una cuarta sospechosa, que sería la esposa del individuo que irrumpió en el supermercado en París.
La facción de Al Qaeda en Yemen dijo que ordenó el ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo para vengar el honor del profeta Mahoma, del cual la publicación hace bromas con frecuencia.
Un responsable de la organización terrorista en la Península Arábiga amenazó anoche con más atentados “contra los infieles que insulten a Mahoma”.
Desde el principio
El drama, transmitido en vivo en la televisión y en las redes sociales, comenzó el miércoles, cuando los hermanos Said y Cherif Kouachi asesinaron a 12 personas en las oficinas de Charlie Hebdo y emprendieron la huida en un vehículo.
Los hermanos no eran desconocidos para las autoridades: uno tenía una sentencia relacionada con terrorismo por vínculos con una red que enviaba combatientes a Irak, y ambos estaban en la lista de Estados Unidos de personas que no tiene permitido volar en aviones comerciales.
El jueves, un hombre armado al que la policía identificó como Amedy Couliably mató a tiros a una policía en el sur de París.
Ayer, los Kouachi estuvieron cercados gran parte del día en una imprenta en la localidad de Dammartin-en-Goele, al noreste de París, donde se atrincheraron con un rehén.
Yves Albarello, un legislador local, que estuvo en el puesto de mando durante las negociaciones, aseguró que los atacantes “dijeron que querían morir como mártires”.
En tanto, al sur de París, Couliably irrumpió disparando en una tienda kosher unas horas antes de que comenzara el sabbath judío gritando: “Ya saben quién soy”. Varios heridos fueron capaces de huir, pero el atacante retuvo a rehenes durante horas. Amenazaba con matarlos a menos que la policía permitiera la fuga de los dos hermanos Kouachi.
Todo terminó al anochecer, con operaciones simultáneas que lanzaron las fuerzas de seguridad en los dos lugares.
Los efectivos de seguridad vestidos de negro habían rodeado ambos sitios. Fuertes explosiones, intensos disparos y nubes de humo precedieron al anuncio sobre la conclusión de ambas crisis y el aniquilamiento de los tres hombres armados.
Sin embargo, perdieron la vida cuatro rehenes en el supermercado kosher . Fueron liberados 16 rehenes, uno en la imprenta y 15 en el supermercado.
Vinculados entre sí
Los atacantes estaban vinculados entre ellos. Los agresores encarnaron el mayor temor de las autoridades occidentales: radicales islámicos adiestrados en el exterior que regresan a su país a cometer atentados.
La cadena de televisión BFM dijo que conversó con Cherif Kouachi, quien declaró que fueron financiados y enviados por Al Qaeda en Yemen.
Un miembro de Al Qaeda en la Península Arábiga dijo más tarde en un comunicado que la cúpula del grupo “ordenó las operaciones y escogió cuidadosamente el objetivo”.
El ataque se apega a las advertencias hechas a Occidente por el fallecido jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden, sobre “las consecuencias de la persistente blasfemia contra santidades musulmanas”, indicó el miembro que solicitó el anonimato porque no podía dar su nombre de acuerdo a las normas del grupo extremista.
Afirmó que por “razones de seguridad” el grupo había demorado adjudicarse la responsabilidad de los hechos.
Antes de morir, el secuestrador del supermercado judío dijo en una llamada al canal BFM que “obedecía al califa del Estado Islámico”, Abu Bakr al Bagdadí, y que coordinó su accionar con los hermanos Kouachi. “No estuvimos en contacto (cuando comenzaron los crímenes). Sólo nos coordinamos en el inicio, ellos con el Charlie Hebdo y yo con los policías”, explicó.
La policía de París difundió una foto de Couliably y de su esposa, Hayat Boumedienne, señalada como cómplice. Anoche continuaba su búsqueda.
Fuente: La voz