En plena crisis, Messi apareció con todo

El crack argentino guió a Barcelona en el 5-0 a Elche, por la ida de octavos. La Pulga, autor de un gol, recibió el apoyo unánime de los hinchas tras su conflicto con Luis Enrique. Neymar (2), Alba y Suárez marcaron los otros tantos.

Lo de Barcelona en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey fue una animalada. Neymar, el de las piernas de flamenco, brilló con un doblete. Luis Suárez, con sus dientes de conejo, mostró ferocidad ante el arco y convirtió su séptimo tanto vestido de azulgrana. Jordi Alba sacó a relucir la astucia del ratón y también se sumó a la fiesta en un equipo de gigantes. Pero en este Barça en crisis, como en la selva, hay un rey. Messi, por nivel y aclamación popular, fue el monarca del conjunto culé, que se olvidó durante 90 minutos de los problemas y dibujó un 5-0 ante Elche para encaminar la clasificación a los cuartos de final del certamen. Y, de paso, para dejar en claro quién es el dueño del Camp Nou.

Lionel se hizo cargo de la situación y sacó a su equipo de la cornisa por la que venía caminando. De su mano y de la mano del crack brasileño, el equipo de Luis Enrique -que no la pasó nada bien- redondeó una noche mágica en su momento más oscuro. Le costó poco más de media hora romper la resistencia de Elche, refugiado cerca de su área en busca de lo que pueda suceder el jueves próximo en su cancha: a los 35, pase de la Pulga a Suárez, el uruguayo le cedió a un toque la pelota a Neymar y el brasileño cerró la conexión sudamericana para el 1-0. Cinco minutos después, el charrúa aumentó la diferencia con un remate ajustado al palo. Y, a los 44, llegó el tanto de Messi, al ejecutar un penal sancionado luego de una asistencia milimétrica para el brasileño.

Con la tranquilidad del 3-0, Barcelona perfeccionó su funcionamiento y, tras otra habilitación quirúrgica de Leo, Jordi Alba se anotó en la goleada a los 11 del complemento. Al toque, Neymar cerró el marcador con un remate de media distancia. ¿Y después? Muchos toques, varias ovaciones para el rosarino y algunas silbatinas para Luis Enrique, el apuntado por el público luego del conflicto interno. “La única reflexión que hago es valorar el apoyo de la afición a los jugadores. Ellos son los protagonistas de este circo y me gusta que los respalden. Es básico para que podamos hacer una buena temporada. Me encanta que animen a mis jugadores”, dijo el director técnico, que otra vez tiró la pelota afuera cuando le preguntaron por los chiflidos -casi unánimes en el ST-.

Todo el campo fue un clamor. Aunque fueron apenas 27 mil hinchas, la gente azulgrana -sin importar desde dónde llegaran, si del sur o del norte- estuvo de acuerdo. La bandera blaugrana los volvió a hermanar y esos simpatizantes mostraron que tienen un nombre. Y todo el mundo conoce ese nombre. ¿Barça? En realidad, el himno del club ayer fue otro: “Meeessi, Meeeessi”.

Fuente: La Razon