Enamorado, peleado, en juicio, reconciliado y decidido a contraer matrimonio. Los vaivenes del corazón del 10 parecen llevarlo a una boda.
El fin de 2014 y el comienzo del nuevo año trajeron flamantes novedades en la vida sentimental del astro deportivo más grande de la historia de nuestro país.
Más allá de las constantes idas y vueltas amorosas, más las clásicas controversias que el 10 despierta en hombres, mujeres y todo lo que se le cruce en el camino, lo cierto es que en las últimas horas del 31 de diciembre explotó una bomba más fuerte que la onda expansiva de toda la pirotecnia de los últimos días. Lo concreto: ¡Maradona se casa con Rocío Oliva!
Pero antes un poco de historia. Tan sólo unas dos semanas atrás se habría hablado de la fuerte potencialidad de un futuro casamiento de Diego, sin embargo las certezas recién llegaron cuando el periodista Tomás Dente ofreció con puntos y comillas el pasado martes varios detalles de lo que sería la megaboda, y que también tendrá correlato con una megafiesta. Según Dente, el 10 tiene un «canjeamiento» con un importante empresario que realizará la boda en mayo de este año en Europa, más precisamente en Alemania. Así, el negocio sería tan importante para los tortolitos como para el organizador, que según se comenta en secreto, tendría una amplia experiencia en la organización de este tipo de eventos.
Oliva le gritó en plena cara a su pareja que debía ponerle una máscara a su último hijo varón ya que el niño es muy feo. Acto seguido, la batahola fue tremenda y ella fue invitada a retirarse.
Una vez pasada la efervecencia del casamiento y la luna de miel, Oliva y Maradona volverán a la Argentina para casarse en el país y de esa manera le darían definitiva validez legal al casamiento, siempre según los parámetros de las leyes locales.
Esta noticia corona el fuerte acercamiento que tuvo Diego para con Oliva, post-Mundial 2014, que incluyó una nueva convivencia de ella en Dubái junto a nuevo tatuajes. ¿Un ejemplo? Las crónicas dan cuenta de que en la noche previa a Navidad, la pareja y Jana, la última hija reconocida de Diego, pasaron por un local de tatuajes de Palermo para dejar sus marcas en la piel. En esa instancia, lo que se supo fue que Jana se tatuó un trío de corazones en uno de sus brazos, y Rocío el nombre de su pareja, mientras que él se grabó la fecha de nacimiento de su último hijo (Diego Fernando, el hijo que tuvo con Verónica Ojeda) más el nombre «Perra», sobrenombre con el que llamaría a su actual no tan nueva novia en la intimidad.
Otra de las novedades que hoy se saben en torno al 10 también sucedieron en la noche del 24 de diciembre, cuando minutos antes del brindis sobrevoló una gran discusión la mesa navideña de los Maradona. En ese contexto, Oliva le gritó en plena cara a su pareja que debía ponerle una máscara a su último hijo varón ya que el niño es muy feo. Acto seguido, la batahola fue tremenda y ella fue invitada a retirarse.
Y como suele suceder en estos tiempos, el medio elegido de Ojeda fue Twitter, en los que dejó más que claro cuál es su posición sobre los dichos de su archimalvada enemiga. Reenvió dos mensajes de sus seguidores: «Él le permite que diga eso de su propio hijo… qué lástima me da mucha bronca», fue uno de esos mensajes. Pero la cosa no quedó ahí porque horas más tarde y por televisión mandó sus cañones directamente contra la figura de Oliva. «Quiero aclarar que Rocío Oliva no se meta con mi hijo porque voy a hablar seriamente con mis abogados. Esta chica, cada vez que se pelea con su pareja ataca a mi hijo y no está bueno porque es un bebé. Y si Diego no defiende a su hijo, lo voy a defender yo. Lo que sé es lo que me dijo una persona que estuvo en ese momento. Aparentemente, Diego la cargaba porque su hermanito es un nene muy activo y ella lo atacó a mi hijo y dijo: ‘Vos le tenés que comprar una careta a tu hijo por lo feo que es'», relató Ojeda sobre lo sucedido.
Sin dudas, esta historia continuará…
Fuente: www.infonews.com