Confirman que la mataron el día que desapareció

Un forense afirmó que la muerte de Lola fue entre 48 y 72 horas antes del hallazgo del cuerpo

ROCHA (De una enviada especial).- Para los forenses, Lola Chomnalez fue asesinada el mismo día que desapareció. Los médicos que realizaron la autopsia afirmaron que el homicidio de la adolescente, de 15 años, ocurrió entre 48 y 72 horas antes de que el cuerpo fuera hallado el martes pasado. Esto significa que a Lola la mataron entre la noche del sábado y la mañana del domingo pasado y que no estuvo cautiva en ningún lugar cercano a Barra de Valizas, donde su madrina había alquilado una casa.

Uno de los médicos que realizaron la autopsia al cadáver de Lola, Rubén Castro, confirmó que la adolescente falleció asfixiada por sofocación al aspirar arena y descartó que hubiera sido abusada sexualmente.

Después de que se confirmó que habían sido extraídas todas las muestras de tejidos para la realización de estudios complementarios, la jueza Marcela López solicitó a las autoridades de la comuna local que entregaran el certificado de defunción a la familia de la víctima, para liberar el cuerpo y poder llevarlo a la Argentina.

Al referirse al margen de 24 de horas con respecto a la hora de la muerte, el forense explicó que la imposibilidad de fijar un horario más preciso se fundó en una cuestión climática.

«El calor que hizo en esos días pudo haber acelerado el proceso de putrefacción del cuerpo. Si bien es cierto que el fenómeno de putrefacción existe, en este caso puntual ella [por Lola] estaba cubierta de arena en un sector donde le daba el sol. Hizo mucho calor y la arena funcionó como un horno y aceleró los procesos. El fallecimiento tiene que haber sido entre la noche del sábado y la madrugada del domingo», explicó el forense a la prensa.

Según el médico, por la contextura física de Lola, se abonaba la hipótesis que indica que habría participado más de un agresor y sembró dudas sobre el hallazgo del cadáver, ya que por como estaba enterrado «jamás podría haber visto que allí había un cuerpo».

«Murió por sofocación, por invasión de las vías aéreas superiores e inferiores con arena. A un fallecido se le puede poner arena en la vía aérea superior, boca, nariz… pero de las cuerdas vocales hacia abajo no entra la arena, porque eso se produce por un fenómeno activo; es decir, necesita inspirar y es lo que tenía esta chica, arena por debajo de las cuerdas vocales», dijo Castro.

Luego, aclaró que «eso implica necesariamente que para que ingrese ese tipo de material tiene que haber estado vital. Que la hayan enterrado viva no lo podemos afirmar, pero sí podemos asegurar que a los efectos de que entre ese tipo de sustancias en la vía aérea inferior tiene que haber estado vital».

De esta manera, el perito forense explicó que Lola pudo haber muerto asfixiada al quedar boca abajo con la cara sobre la arena, todo esto antes de ser enterrada.

«El agresor podría haber apretado la cabeza contra la arena, tratando de sofocarla, cosa que consiguió. O bien podría haber quedado semiinconsciente y boca abajo, y que haya muerto por la inhalación de la arena», explicó.

Luego, el perito descartó que haya habido intento de violación «porque tenía su ropa perfectamente colocada», y descartó también que, al revisar el cadáver, se hubieran encontrado otros signos de violencia física, como golpes o marcas de arrastre.

Además, aclaró que se mandaron a analizar las uñas de la adolescente para tratar de establecer si tenían restos de tejidos de los que se pueda determinar un patrón genético para poder compararlo con el ADN de un eventual sospechoso.

En tanto, Castro dijo que, por la contextura física de la adolescente, «es muy probable la participación de más de una persona en el homicidio». Además, el médico afirmó que el cadáver presentaba «un corte en el cuello y una herida penetrante en el brazo derecho, en la cara externa, probablemente de defensa. Fueron ocasionadas por un arma blanca con poco filo, eran de corte incompleto».

También agregó que el lugar del hallazgo del cadáver fue la escena primaria del homicidio; es decir, que fue asesinada allí y enterrada. «Nosotros participamos desde el levantamiento del cadáver; en ese lugar lo único que se veía era el borde de su short. Yo jamás podría haber visto que allí había un cuerpo. El que lo descubrió fue un chico de 14 años, hijo de un residente de la zona», concluyó el forense.

Hasta anoche, la jueza López no había recibido los resultados de los estudios histopatológicos realizados en las muestras de tejidos que los forenses extrajeron del cuerpo de la víctima cuando realizaron la autopsia en el Instituto de Técnica Forense, en Montevideo.

LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA

Cuando en las pesquisas surgen dudas y faltan pruebas fehacientes, los investigadores suelen recurrir al perito en psicología forense para solicitarle que realice la llamada autopsia psicológica a la víctima. Tiene por finalidad establecer qué tipo de personalidad tenía la víctima, es decir, toda investigación parte de la propia víctima. Es un estudio retrospectivo indirecto de la conducta, personalidad y estado emocional previos a la muerte. El perito recurrirá a todas las fuentes de datos disponibles, mayormente a su núcleo más íntimo, que le permitirá reunir la información necesaria para saber cuál era el comportamiento de la víctima previo a su muerte…

Fuente: La Nación