Surge nuevo caso sospechoso de Síndrome Urémico Hemolítico en capital

El paciente se encuentra internado en el Centro Provincial de Salud Infantil de Santiago del Estero, desde hace varios días. Habría ingerido comida en mal estado en la casa de un familiar. Un nuevo caso de Síndrome Urémico Hemolítico en la provincia alerta a la población. Según fuentes confiables del Centro Provincia de Salud Infantil «Eva Perón», un nuevo paciente habría ingresado al nosocomio en los últimos días, tras ingerir «kipi» en la casa de un familiar. El niño, que no supera los dos años de edad se encuentra bajo los cuidados intensivos tras comprobarse que se trata de SUH.

Esto sucede a días de que una niña de 1 años y 8 meses fuera dada de alta tras permanecer más de dos semanas internada por el mismo motivo, informó la fuente.

El síndrome urémico hemolítico (SUH) cobra notoriedad cada vez que se encuentran muestras de Escherichia coli en alimentos o cuando se enferma el hijo de un famoso, pero lo concreto es que en nuestro país hay 400 nuevos casos por año y entre el 3 y el 5 por ciento de ellos deriva en la muerte del paciente. Argentina es el país del mundo con mayor incidencia de SUH, «Brasil o Chile, por ejemplo, tienen menos de diez casos por año», indican los expertos del Conicet.

«Esto es así y es histórico, desde que el doctor Gianantonio describió la enfermedad, hace 40 o 50 años, la Argentina tuvo la mitad de todos los casos del mundo», explica el doctor Jaime Lazovski, secretario de Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud de la Nación. No todas las cepas de Escherichia coli causan SUH, y sólo un 10% de los pacientes portadores de esa cepa desarrollan la enfermedad. El resto experimenta una leve diarrea o incluso puede tenerla de manera asintomática.

Cómo se origina

¿Cómo ingresa la Escherichia coli al organismo? La respuesta es múltiple, pero la forma más común es a través de la carne mal cocida, ya que la bacteria se encuentra de manera natural en el intestino del ganado bovino.

En las vacas es inocua, pero no sucede lo mismo con los humanos. Para que pase a las personas se requiere una incorrecta manipulación de los alimentos, lo que puede suceder de varias formas, principalmente durante la faena de la vaca.

«La carne en sí misma no está en contacto con las bacterias del intestino, por eso la contaminación ocurre durante la faena si se realiza en condiciones inadecuadas», señala Lazovski.

Cuando se trata de la carne, hay una solución: la bacteria no sobrevive al calor: muere si se la cocina a más de 70º.

Es más complejo cuando se trata de alimentos crudos o que requieren frío. En los lácteos, la pasteurización es un tratamiento bactericida y su eficacia está garantizada por la cadena de frío, pero cuando ésta se rompe cualquier bacteria puede atacar el producto. También se da la contaminación cruzada al manipular carne cruda y sobre la misma tabla o mesa cortar vegetales de una ensalada o cualquier otro alimento.l

 

Fuente: http://www.elliberal.com.ar/ampliada.php?ID=165229