El juez le reprochó no haberse presentado a declarar, «en un acto de desprecio a la Justicia»; el fiscal, cercano a Gils Carbó, lo acusó de «extorsión»
El juez federal Claudio Bonadio declaró en rebeldía al fiscal general antilavado Carlos Gonella, le prohibió salir del país y pidió su juicio político para, una vez despojado de sus fueros, poder arrestarlo.
Gonella había sido citado a declarar como acusado por Bonadio en un caso por una presunta violación de secretos. Su indagatoria estaba prevista para ayer a las 9, pero el fiscal faltó.
Según el juez, era la quinta vez que lo citaba y la inasistencia no obedeció a «graves y legítimos impedimentos», sino que fue un «acto claro y evidente de desprecio a la Justicia por parte del imputado».
Gonella había adelantado que no iba a presentarse a declarar hasta que no quedaran firmes sus planteos contra el juez, a quien acusó de «parcialidad» en su contra.
Como Gonella tiene inmunidad de arresto (algo de lo que gozan todos los fiscales por la ley de fueros), no puede ser llevado a declarar por la fuerza mientras siga siendo fiscal. Por eso, Bonadio le pidió ayer a la procuradora Alejandra Gils Carbó que iniciara el proceso de juicio político.
Está claro que eso no va a pasar, afirmaban ayer en las oficinas de la Procuración. De acuerdo con el procedimiento previsto para enjuiciar a los fiscales, el primer movimiento -la acusación y el envío del caso al Tribunal de Enjuiciamiento- lo decide la procuradora. Ella no tiene ninguna obligación de impulsar el proceso, dijo a LA NACION un funcionario cercano a Gils Carbó.
Gonella es un fiscal muy cercano a su jefa. Antes de su llegada, él no era fiscal; ahora tiene el cargo de fiscal general y además es el titular de una unidad clave: la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
Militante de Justicia Legítima (fue defendido en el discurso de fin de año de esa asociación), la presidenta Cristina Kirchner elogió su trabajo en un discurso que dio por cadena nacional.
Bonadio, en cambio, es el juez más enfrentado con el oficialismo. El kirchnerismo pretendió echarlo, pero no consiguió los votos en el Consejo de la Magistratura y sólo pudo aplicarle una sanción.
En los últimos meses, Bonadio firmó una sucesión nunca vista de fallos contra el Gobierno; incluidos un procesamiento contra el vicepresidente por falsedades en los papeles de un auto y un allanamiento a la empresa Hotesur, de la Presidenta y su familia, en una causa que recién empieza y amenaza con convertirse en un problema serio para los Kirchner.
«El juez Bonadio hace una utilización extorsiva de la ley», dijo ayer Gonella, después de conocida su declaración de rebeldía. «Hasta que las máximas instancias judiciales no se expidan en el caso, no estarán dadas las condiciones para nuestra presentación ante las graves arbitrariedades evidenciadas por el juez Bonadio», afirmó el fiscal en declaraciones a la página web de noticias de la Procuración.
También había dicho que la acusación en su contra era «una locura» de características «estrafalarias». «Es una causa que pone en jaque el acceso a la información de los actos de gobierno y la actividad informativa de los portales de Justicia -dijo Gonella-. La conducta que nos atribuye es publicar en el portal oficial de noticias del Ministerio Público información relacionada con esa causa.»
El caso por el que Bonadio había citado a Gonella es por una supuesta «violación de secretos». Lo investigan por haber difundido que la jueza María Gabriela Lanz y otras personas estaban imputadas por un presunto lavado de dinero del narcotráfico.
Lanz es pareja del empresario español Valentín Temes Coto, que fue condenado a 20 años de prisión por narcotráfico. Gonella, después de esa condena, impulsó una denuncia para investigar si los allegados del empresario habían lavado dinero en su nombre.
La denuncia contra Gonella supone que él dio a conocer la información sobre Lanz y otros investigados en violación de la ley.
No es la primera acusación contra este fiscal. El juez Marcelo Martínez de Giorgi lo procesó la semana pasada en una causa donde Gonella está acusado de haber beneficiado a Lázaro Báez y haber evitado que el empresario figurara como imputado en los inicios del expediente.
Las adversidades judiciales de Gonella son parte del enfrentamiento -cada vez más declarado- entre la mayor parte de los jueces y fiscales federales, por un lado, y el gobierno nacional y la procuradora, por el otro. Bonadio, devenido en referente del primer grupo, ayer escribió: «La conducta desplegada por el señor Gonella no lleva a más que a considerar su mala intención para resistirse a intervenir en el proceso». Y pidió que se llevaran «a cabo los mecanismos de remoción pertinentes» para que dejara de ser fiscal.
En la causa también está acusado el fiscal en lo penal económico Emilio Guerberoff, que era el fiscal que tenía a su cargo el caso contra Lanz. Guerberof sí se presentó a declarar ayer y negó haber cometido un delito. Él también había recusado al juez. Como Gonella, sin éxito.
MÁS PROBLEMAS EN LA JUSTICIA
Gonella está procesado y ahora piden su remoción
Indagatoria
Carlos Gonella fue citado por el juez Claudio Bonadio a prestar declaración indagatoria en una causa donde está acusado de abuso de autoridad y violación de secreto
Acusación
Lo acusan de haber hecho público vía Twitter un pedido de indagatoria contra la jueza Gabriela Lanz, a la que acusó de lavar dinero después de que su novio fue condenado por narcotráfico
Recusación
El fiscal se negó a declarar ante Bonadio; dijo que no era imparcial y lo recusó. Pero el magistrado rechazó esos argumentos. Gonella apeló y la Cámara Federal le dio la razón a Bonadio
Resistencia
De todos modos, el fiscal anunció que no declarará hasta que su planteos estén firmes. Bonadio lo declaró rebelde y, con el objetivo de llevarlo por la fuerza, pidió que se le abriera un juicio político.
Fuente: La Nación