Según una denuncia, la ejecutiva Maria das Craças Foster fue advertida del desvío millonario de fondos antes de las investigaciones y luego de que se convirtió en presidenta de la estatal, en 2012.
La actual dirección de Petrobras tuvo conocimiento previo de las irregularidades en curso en la petrolera estatal brasileña mucho antes de las investigaciones policiales que revelaron la actuación de una red de corrupción y desviación de recursos en la empresa, reveló ayer el diario brasileño Valor Económico. El rotativo divulgó correos electrónicos enviados desde 2008 por una funcionaria de Petrobras, Venina Velosa da Fonseca, con denuncias sobre irregularidades en la empresa, confesadas este año por el ex director de Abastecimiento, Paulo Roberto Costa, arrestado en marzo por la policía por su participación en el escándalo de corrupción.
El 3 de abril de 2009, Fonseca notificó por primera vez a los ejecutivos de la empresa —incluyendo a la entonces directora de Gas y Energía y actual jefa de la firma, Maria das Craças Foster acerca de los contratos inflados. También advirtió sobre el aumento en el costo de las obras de la refinería Abreu e Lima —inaugurada este mes—, que era estimado en 2.500 millones de dólares, pero llegó a 18.000 millones de dólares. Según Valor Económico, después de ello la funcionaria denunciante fue separada del cargo de gerente de la dirección de Abastecimiento y trasladada a Singapur, donde le recomendaron no trabajar.
«Mi vida se volvió un infierno». La ex gerente volvió a escribirle a Foster en 2011, para proponer entregarle los documentos en su poder que comprobarían la corrupción en Petrobras: «Me gustaría escucharte antes de dar el próximo paso», expresó entonces Fonseca. El reportaje afirma que Fonseca fue separada de sus actividades en noviembre, y que envió entonces un último e-mail a Foster, en el que relató el «infierno» que vivió en los últimos seis años, desde que decidió denunciar las irregularidades. «Desde 2008, mi vida se ha vuelto un infierno. Me encontré con un esquema inicial de desviación de dinero en el ámbito del departamento de Comunicación de la dirección de Abastecimiento. Al luchar contra esto, fui amenazada y acosada. Hasta enfrenté un arma apuntada hacia mi cabeza y amenazas a mis hijas», afirma el mensaje. «Tengo en mi poder toda la documentación sobre el caso, que nunca entregué a la prensa por respeto a Petrobras… Elevé el tema a las autoridades competentes de la empresa (…), en vano. Una vez más, quedé expuesta a todo tipo de acoso», agrega el texto.
La publicación agrega que Foster fue advertida también de las irregularidades luego de que se convirtió en presidenta de la estatal, en 2012.
En un comunicado, Petrobras afirmó que todas las denuncias presentadas por Fonseca fueron investigadas por la empresa en auditorías internas y resultaron en despidos y medidas para frenar las irregularidades. La empresa agregó que Fonseca fue despedida en 2009 por violación de procedimientos de compra, pero que su salida oficial de Petrobras se demoró hasta el mes pasado debido a licencias médicas.
La investigación de la red de corrupción, conocida como operación Lavado de Autos, comenzó en marzo, y el juez responsable del caso, Sergio Moro, aceptó ayer las denuncias realizadas el jueves por la Fiscalía contra altos ejecutivos de una de las empresas contratistas y un ex director de la estatal, quienes se convirtieron en el primer grupo de acusados. En total, el Ministerio Público denunció a 36 personas.
Entre los acusados están el ex director de Refinería y Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, y el cambista Alberto Youssef, sindicado de comandar una red de lavado de dinero que se ocupaba de «blanquear» el dinero desviado de la estatal. Ambos están presos desde marzo y suministraron información detallada sobre las maniobras ilegales a cambio de obtener beneficios en la pena cuando sean juzgados. Fueron acusados ayer, además, ejecutivos de importantes constructoras sospechosos de participar en la red ilegal que desvió millonarias sumas del ente estatal Petrobras. A todos se les imputan los delitos de lavado de dinero mediante negocios simulados, organización criminal y uso de documentos falsos.
La trama de corrupción que funcionó en Petrobras entre 2004 y 2012 desvió 3.900 millones de dólares de contratos firmados por la empresa, y que fueron destinados a pagar propinas a sus funcionarios y a financiar partidos políticos, en especial el gobernante Partido de los Trabajadores y su principal socio, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Delito de omisión. En tanto, los partidos de oposición de Brasil exigieron ayer que Foster se aleje de su cargo en Petrobras. «Si (Foster) no participó directamente en ese asunto, hay por lo menos un delito de omisión», declaró el senador Alvaro Dias, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Petrobras no dio muchos detalles en su comunicado, pero explicó que esas denuncias condujeron a la destitución de Geovanne de Morais, entonces gerente de Comunicación y Abastecimiento, sector de la compañía en que se habían detectado esas irregularidades.
Dias afirmó que esas revelaciones «prueban» que Foster estaba al tanto de que en la empresa había «numerosas corruptelas», por lo que «es intolerable» que continúe al frente. «No hay que tolerar la pasividad del gobierno con los gestores de Petrobras», añadió Dias en alusión a que el Ejecutivo aún no haya adoptado medidas en relación a las denuncias o que incluso respalde a la presidenta de la compañía, como hizo esta semana el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo. En igual sentido se pronunció el vocero del Partido Popular Socialista (PPS) en la Cámara baja, Rúbens Bueno, quien dijo que la presidenta Dilma Rousseff «no tiene excusas para mantener al frente de Petrobras a su protegida», en alusión a la amistad que tiene con Foster. Rousseff, que encabezó el directorio de Petrobras entre 2003 y 2010, negó cualquier conocimiento o participación en el esquema.
Fuente: La Capital