Las cadenas cerealeras dicen que la producción rural provoca quiebras

Las entidades señalan que son imprescindibles cambios profundos en la política rural. Aseguran que la Argentina ha perdido prestigio en el orden mundial y que la inflación torna más compleja la toma de decisiones.

Desde Maizar, Asagir, Acsoja y Argentrigo sostienen que la actual política agropecuaria genera desprestigio.
“La compleja situación que teníamos hace un año, que en cierta manera estaba amortiguada por los altos precios internacionales, se ha transformado en muchos casos en una situación extrema”. Así afirmó Gastón Fernández Palma, presidente de Maizar, quien habló en nombre de esa entidad, de Argentrigo, de Acsoja y de Asagir, en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Aludió a los problemas ocasionados por las inundaciones en “una parte enorme” de las zonas productivas, donde se aprecia el efecto de la no ejecución de obras fundamentales para paliar la emergencia “con la prontitud y eficacia requeridas”.

Sostuvo que la inflación “torna cada vez más compleja la toma de decisiones» en nuestro sistema productivo.

«Los márgenes de los cultivos son negativos en casi todas las regiones. El cepo cambiario genera una mayor brecha, que se suma a las barreras, a las trabas a la importación y a la caída de reservas. Todo esto refuerza los aumentos de precios y de costos y hace cada vez más incierto el escenario para la toma de decisiones y la obtención de insumos claves para la producción”, dijo.

Fernández Palma sostuvo que los asuntos que preocupaban un año atrás, al asumir el ministro de Agricultura Carlos Casamiquela, han empeorado.

“Seguimos autocondenándonos al estancamiento mientras el mundo avanza y nuestros lugares son ocupados por otros. El mundo no nos va a esperar. Hoy, lamentablemente, la agenda de la producción es la supervivencia”, señaló.

Admitió que “todavía, y a pesar de la superproducción, existen buenos precios internacionales» para los productos argentinos.

«Pero así y todo, la producción de los cinco cultivos genera quebrantos”, lamentó.

“Las condiciones actuales generan una situación internacional que nos desprestigia y lleva a que nuestra producción tenga menor cotización que la de nuestros competidores, creando situaciones internas de gran inequidad, pues los eslabones de las cadenas de valor no encontramos compradores para los bienes que con gran esfuerzo y sacrificio logramos producir”, sostuvo.

Fuente: La Nueva