Hubo ocho cuadras de cola en su pico máximo; a las 8.30 abrió la ventanilla y cerró a las 14.30; a diferencia de 2001, todo se desarrolló con normalidad
Era sabido: en el estadio de Racing no entrará un alfiler el 14 de diciembre, cuando la Academia podrá consagrarse campeón frente a Godoy Cruz . Lo que no se sabía es cómo reaccionaría la gente ante la venta de pocas entradas bajo una expectativa tan grande. Mucho más con el antecedente de 2001, cuando en la misma situación se produjo un caos en Avellaneda. Pues bien, los hinchas, muchos de los cuales durmieron dos días en los alrededores del estadio, se llevaron en pocas horas todas las localidades disponibles y, en calma, amaron una fiesta de devoción celeste y blanca por las calles.
Eso sí: hubo que adelantar la apertura de las boleterías. Estaba prevista para las 10, pero una hora y media antes empezó a moverse la fila. Los dirigentes antes tomaron una precaución y mandaron repartir números (el último se entregó a las 14.30) para que las cosas estuvieran claras desde el principio. La modalidad se repitió durante la mañana hasta que se completó la cantidad disponible: alrededor de 7000 localidades, la mayoría plateas.
En el momento más fervoroso la fila llegó hasta ocho cuadras, con una paradoja: como la calle Italia estaba cortada, la hilera le apuntaba directo al estadio de Independiente. Hubo vallas, policías y cuatro molinetes con gente de Utedyc.
«El hincha de Racing no deja de sorprenderme. Lamentablemente, no hay lugar para todos. Se lo agradecemos mucho. Su apoyo fue incondicional durante todo el torneo», dijo Sebastián Saja. El arquero también habló a modo personal: «Siempre me brindaron su apoyo y yo siempre se los agradecí. Siento mucha gratitud hacia este club por todo lo que me dio. No tengo más objetivos que ganar algo con Racing».
Aunque desde club aseguran que la capacidad del estadio es de 42.180 lugares, se estima que en la gran definición habrá cerca de 50.000 personas. Algo intuía el presidente Víctor Blanco, designado en las últimas horas presidente del Colegio de Árbitros. Ya lo había dicho el entrenador Diego Cocca . «Debería haber dos Cilindros porque la gente los llenaría». Y tiene razón…
Fuente: Canchallena