LA REALIDAD, MÁS ALLÁ DE LAS PROMESAS
El Gobierno viene hace tiempo destacando hoy la decisión de la estadounidense Chevron que realizar inversiones en conjunto con YPF para el desarrollo masivo de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta, en el suroeste del país, poniéndole todas las fichas habidas y por haber como la salvación del futuro energético de la Argentina (y de la falta de dólares).
La petrolera reafirmó el mes pasado que el acuerdo de inversión con Chevron en Vaca Muerta no contiene «ni un decreto ni una ley para favorecer» a la compañía estadounidense, y endilgó a «determinados intereses» la responsabilidad de generar sospechas sobre «supuestos secretos y cláusulas abusivas» que pueden «poner en riesgo la continuidad del proyecto y de inversiones futuras».
Pero la realidad, ante tantas promesas, es otra. En la edición impresa de diario El Mercurio de Chile se publica que en Vaca Muerta aún están esperando el dinero prometido por el Gobierno.
Una enviada especial describió el lugar a la perfección y cuenta: “Como parte del acuerdo ente YPF y Chevron, la nación comprometió obras en Neuquén por mil millones de pesos (poco más de 117 millones de dólares), de los cuales 300 (US$35 millones) son para Añelo. ‘Pero todavía no llegí un peso’, dice en la sede de la municipalidad, el intendente Darío Díaz.
“Carlos, un vecino que pide que no figure su apellido, confirma el malestar. Se queja de que las obras vienen ‘abrochadas’ desde la provincia y no dan empleo a los locales. ‘No estamos contentos, dicen que es la nueva Dubai, pero acá queda poco’. Pasamos por el terreno baldío donde se proyecta construir un hospital. Un cartel dice que se invertirán 38 millones de pesos. ‘Añelo no es la ciudad de las obras, es la ciudad de los carteles’, me dice”.
“La recorrida de Añelo llega a su fin. Quedaban abiertos pequeños bares con mesas de pool, prostíbulos apenas disimulados, donde seis chicas dominicanas esperan que les inviten un trago. En el mejor de los casos, ellas buscan lo mismo que todos este lugar: un atajo hacia el futuro. Un futuro que siempre parece atrapado, no en la profundidad del subsuelo, sino en la complejidad de la superficie, a veces menos permeable que la roca de Vaca Muerta”, termina la columna.
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