Los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa siguen en pie de lucha. Este viernes, desde primeras horas de la mañana, un contingente de maestros e integrantes de diversas organizaciones sociales realizan una nueva jornada de protesta paa exigir la presentación con vida de los jóvenes.
“En estas caravanas solo participan parte de los padres”
Algunos de los manifestantes marchan con la cara tapada y armados con palos y tubos. Los integrantes del Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) retuvieron a almenos 14 camiones de empresas privadas, principalmente trasnacionales.
Un reporte de la Secretaría de Seguridad Pública indicó que las unidades retenidas fueron llevadas al estacionamiento del exIneban, oficinas de la Secretaría de Educación de Guerrero, tomadas desde hace tres semanas por egresados de las nueve Normales Públicas del Estado.
El grupo es encabezado por los familiares de los alumnos de la Normal Raúl Isidro Burgos, seguidos por los maestros de la CETEG, normalistas egresados y organizaciones sociales.
Desde las 10:30 se comenzaron a concentrar en la estatua de El Caballlito, ubicado en el centro de la ciudad. Desde ese punto fue que partió la marcha.
Una vez que llegaron al Poder Judicial de la Federación (PJF), los manifestantes realizaron pintas en sus instalaciones.
En el contingente participan alrededor de 5 mil personas. En un principio comentaron que se dirigían al Congreso estatal pero luego cambiaron su rumbo al Zócalo de Chilpancingo.
Se espera que se lleve a cargo un mitin para terminr la movilización, según el portal 24 Horas.
Llega a Chiapas caravana que recorrerá el sur
Una caravana de cuatro autobuses de pasajeros, con un total de 160 personas abordo, llegó esta mañana al sureño estado de Chiapas, como parte de su itinerario en el estado para dar a conocer, de viva voz, los hechos violentos en Ayotzinapa.
Un reporte del periódico El Universal indica que los normalistas llegaron a las instalaciones de la Escuela Mactumatzá, en donde se reunieron con alumnos. Ahí, los jóvenes, les expresaron su apoyo.
Este viernes, estudiantes de la Coordinadora Nacional de Escuelas Normales de Chiapas (CENECH), cumplen 26 años en suspensión de actividades por su apoyo a Ayotzinapa.
Un grito de dolor
Familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa recorren el territorio mexicano durante una semana, para llevar su grito de dolor y reclamo a un país que, según admitió el Ejecutivo, perderá también mucho en términos económicos por este caso.
Desde Tixtla, donde se encuentra la escuela de formación de docentes a la que pertenecen los jóvenes, salieron tres caravanas de autobuses en los que viajan unas 450 personas, entre padres y compañeros de los desaparecidos.
Una ruta comprende el norte, otra el sur y otra el estado de Guerrero, donde el pasado 26 de septiembre desaparecieron los jóvenes en el municipio de Iguala, después de que policías locales los entregaran al crimen organizado.
Y todas convergerán en la capital mexicana el próximo 20 de noviembre, fecha en que se conmemora la Revolución mexicana, para realizar un magno acto de condena por este caso que tiene en vilo a medio México.
Concienciar al otro medio es el objetivo de esta caravana que arrancó esta madrugada con un contingente de tres autobuses hacia Guerrero, para visitar ciudades como Zihuatanejo y Acapulco.
Otro grupo de tres autobuses salió más tarde hacia el norteño estado de Chihuahua y recorrerá Durango, Zacatecas, Jalisco y Michoacán, mientras que otros tres se dirigirán al sureño estado de Oaxaca, así como a Morelos y Tlaxcala.
En estas caravanas solo participan parte de los padres, ya que otros se han quedado en Tixtla porque, entre otros asuntos, está previsto que los familiares se reúnan con el fiscal Jesús Murillo, quien les informará sobre los últimos detalles de la investigación.
El viernes pasado, Murillo anunció a los familiares que tres miembros del cártel Guerreros Unidos confesaron que habían asesinado y quemado a más de 40 personas que dijeron ser estudiantes.
Sin embargo, los familiares aseguran que, mientras «no haya pruebas» contundentes y fiables, seguirán exigiendo la búsqueda de sus hijos «vivos» y protagonizando actos de protesta como esta caravana informativa.
Por otro lado, México ya ha empezado a reconocer que este caso no solo le traerá consecuencias negativas a nivel de opinión pública, sino también a nivel internacional y económico.
noticias.univision.com