El desarrollo se mudó a Santa Clara

SANTA CLARA DEL MAR.- Controlado por reloj, con tránsito normal y semáforos de por medio, son 20 minutos. Un recorrido agradable, siempre por la costa y con el mar a la vista. Más que un viaje, un paseo de 16 kilómetros por la flamante autovía que, iluminada de punta a punta, puso a esta localidad tan a tiro de los marplatenses que la empiezan a adoptar como si fuera un barrio más.

La forma de autovía que tomó desde diciembre último este tramo de la ruta 11 pareció acortar distancias. Y, además, achicó los márgenes para accidentes de tránsito. Los choques allí eran frecuentes, muchos de ellos mortales, y mantenían un riesgo adicional con la proximidad de los acantilados, cada vez más cerca por el avance del mar, que ahora se empieza a controlar con obras de defensa costera.

En las inmobiliarias reconocen que la demanda de lotes en Santa Clara del Mar creció desde que se anunció esta obra. Lo mismo que los precios de la tierra, que subieron en un año hasta el 15 por ciento. Y, a la par, se multiplicó la construcción de casas, que no sólo se advierte en cercanías de las playas, sino también en zonas algo más alejadas, pero siempre con un entorno de calma y vegetación abundante.

«Tomamos la decisión de cambiar de aires por tranquilidad y seguridad, para escaparle al tránsito, que se hace difícil durante la temporada, y para que nuestra hija crezca en un lugar con verde y sin resignar el mar», cuentan Ricardo y Marisol, un matrimonio que ya decidió cambiar su domicilio en Playa Grande por una casa que pronto comenzará a construir en el frente norte de Santa Clara.

El proceso podría copiar lo ocurrido en los últimos años hacia el Oeste, cuando otro tramo de autovía, en este caso en la ruta 226, facilitó acceso rápido y seguro a Sierra de los Padres, que pasó de ser un circuito turístico a un paraje con más de 2000 habitantes.

Los prestadores de servicios reconocen que el movimiento en Santa Clara del Mar comenzó a ser otro durante la temporada baja, mientras el Estado nacional completaba una millonaria inversión para construir la doble vía con iluminación nocturna. Y se volvió más intenso que en otros veranos por una mayor demanda en la que marplatenses juegan de turistas y, en muchos casos, están decididos a convertirse en vecinos.

Capacidad completa
«El año pasado trabajamos al 60 o 70% y en este enero podemos decir que estamos con capacidad completa», explica Jacobo Buenavida, presidente de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Clara del Mar, que administra el balneario Costa Corvinas, uno de los más destacados del lugar. «Este año la diferencia la hicieron los marplatenses», dice sin dejar margen para dudas.

Buenavida vive aquí desde 1976 y confirma el crecimiento que empieza a advertirse en el balneario. «No recuerdo haber visto algo parecido desde 1984», dijo a La Nacion. Y confirmó que la población estable, que es de aproximadamente 6000 habitantes, va en alza. «Se nota en el pedido de líneas de telefonía fíja», remarca.

Por estos días, con turistas, la población asciende a unas 15.000 personas. La ocupación es casi plena en casas en alquiler durante enero.

Sobre la primera línea de mar, y en especial en el extremo norte, se construye bien y mucho. Y el paisaje se volvió muy pintoresco, con casas llamativas por su diseño, pero mucho más por sus colores, que van desde los tonos pastel hasta rojos, amarillos y verdes muy intensos. En las afueras, hay lotes por 8000 dólares y suben a 18.000 en zonas de reserva forestal. Las cifras crecen a medida que hay mayor proximidad al mar.

«Hace cinco años que vemos más interés por estas tierras y en el último tiempo creció con la publicidad que generó la autovía», dijo ayer a La Nacion Analía Requena, titular de una inmobiliaria. Ratificó la fuerte presencia de marplatenses entre los nuevos dueños. «Están a 20 minutos de la ciudad y son propietarios a valores que en Mar del Plata no existen», explicó. Mencionó casas desde 35.000 dólares.

Además, el crecimiento se empieza a acompañar con servicios. Parte del balneario tiene agua y gas por red. Las cloacas -es muy probable-serían dirigidas hacia nueva la planta de efluentes Mar del Plata, que está en obra. Fundamental para preservar la calidad de las playas de Santa Clara del Mar.

Fuente: La Nación