País en llamas.
Anoche el ejército disolvió el gobierno. Pero el dictador Blaise Compaoré dijo que no renunciará y que liderará un período de transición. La oposición exige su salida «sin condiciones».
Decenas de miles de personas se manifestaron este viernes por la mañana para pedir la dimisión «inmediata» del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, quien prometió el jueves una transición pero se niega a renunciar al cargo.
La oposición política exige la marcha «sin condiciones» del presidente, quien anoche anunció que se mantendría en el poder hasta el final de un periodo de transición que concluiría con la celebración de elecciones que no tienen fecha.
La oposición aclaró, además, que «cualquier transición política debe estar concebida, organizada e integrada por todas las fuerzas que componen la sociedad civil, en la que se incluye el Ejercito».
El jefe de filas de la oposición, Zéphirin Diabré, pidió este viernes al pueblo que «mantenga la presión» y denunció «una confusión generalizada en la cúspide del Estado», después de que el ejército anunciara que tomaba el poder luego de que una violenta turba asaltara y prendiera fuego el Parlamento.
Ayer en el Congreso se debía votar una reforma constitucional para permitir que Compaoré se presentará a una nueva reelección (al menos tres más) perpetuándose en el poder durante otros 15 años, tras estar 27 en el poder, gracias a un golpe de Estado.
Estados Unidos había manifestado anoche que esperaba una transición pacífica en Burkina Faso. Pero ese no parece el escenario.
El ejército tomó a últimas horas de ayer el poder en Burkina Faso tras una jornada de violencia desatada por el intento del presidente de perpetuarse en el poder. Los disturbios dejaron unos treinta muertos y más de cien heridos, según la oposición, que no precisó si el balance se refiere a la capital, Uagadugú, o a todo el país.
El jefe del Estado Mayor del ejército, Nabéré Honoré Traoré, anunció en un comunicado leído por un militar la creación de un «órgano de transición», que asumirá el poder ejecutivo y legislativo y que tiene el objetivo de volver al «orden constitucional» en un máximo de doce meses.
Pero Compaoré, que llegó al poder en 1987 con un golpe de Estado, si bien dijo en televisión que «entiende» el mensaje de la población, se negó a renunciar y por el contrario anunció que él llevaría adelante el proceso de transición, desatando hoy nuevas manifestaciones reclamando su dimisión.
«Durante 27 años Blaise Compaoré ha engañado a todo el mundo y ahora sigue intentando engañar y manipular al pueblo», lamentó un líder de la oposición.
Los manifestantes denunciaron la toma del poder por parte del ejército y en particular el papel del jefe del Estado Mayor, que consideran afín al presidente.
(Fuente: Agencias)