La diputada nacional Elisa Carrió (CC), condenó ayer en la Cámara de Diputados la forma en la que, según ella, la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales Diana Conti (FPV), «destrató y humilló» a la diputada por el Frente Renovador Graciela Camaño, en una reunión de Comisión realizada en días pasados.
«He visto destratar y humillar a diputados nacionales. Esto no es bueno para la Cámara. Violenta nuestra dignidad. Fue destratada la diputada Camaño con cuestiones personales, degradante para una presidenta de comisión», manifestó Carrió.
Tras escuchar esas palabras, la diputada y presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales pidió la palabra para intentar refutar, enérgicamente, las palabras de la referente de Unen.
«No soy de cuestiones de privilegio», comenzó. «Estoy contestando una cuestión de privilegio por primera vez en mis largos años de legisladora nacional, porque estoy harta», dijo Conti con énfasis, antes de sostener que el día de esa sesión había «invitados del Poder Ejecutivo y el presidente de YPF, Miguel Galuccio».
«Escúcheme Carrió, porque como usted sale tanto de las reuniones a lo mejor se pierde una parte, y cuando yo tengo razón, me voy a defender», sentenció Conti, antes de manifestar que la diputada Graciela Camaño había sido una de las que pidió la palabra y dio «prácticamente un discurso, rompiendo el esquema de trabajo».
La chaqueña Sandra Mendoza se sumó a la disputa, y respaldó a la líder de la Coalición Cívica.
«Quiero salir en defensa de Carrió y no quiero callarme la boca. Porque «Lilita» viene de la procedencia de padres radicales demócratas», enfatizó, sobre la referencia de Conti al pasado de Carrió.
Grieta en Unen
La diputada Carrió (CC-ARI) abrió una nueva grieta en el opositor Frente Amplio Unen al criticar la «imbecilidad» de algunos de sus integrantes, mientras que desde el radicalismo llamaron a «priorizar el partido» en la construcción hacia 2015.
Carrió, firme defensora de una apertura de Unen más allá del arco de centroizquierda, justificó su postura al señalar que «la alianza con el PRO es para ganar, no para perder o para ser segundo, como quiere el radicalismo».
En esa línea, ayer se reunió con la senadora porteña Gabriela Michetti, con quien destacó sus coincidencias políticas, pese a sus discrepancias con Mauricio Macri, que son de índole «moral personal», según detalló.
Mientras Carrió insiste con la necesidad de avanzar en un acuerdo nacional con el PRO, los radicales también se están convenciendo de correr los límites del FAU, aunque ahora están más orientados a las alianzas provinciales con el Frente Renovador más que con el macrismo.
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