El viento de cola por la buena performance en Chicago parece haber perdido intensidad. Según un informe privado, un productor recibe hoy el menor precio de los últimos 12 años. Ayer la tonelada cerró entre 2.270 y 2.300 pesos.
«No todo se ve color de rosas en el campo». La nueva campaña sojera está dando su puntapié inicial en Argentina, sumida en «un escenario macro complejo», indicaron Sofía Corina y Emilce Terré, especialistas granarias de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Para las especialistas, las condiciones actuales y perspectivas agronómicas resultan auspiciosas para promover el cultivo oleaginoso, aunque consignaron que «el escenario de costos y precios ha mostrado un fuerte deterioro respecto a la campaña anterior».
Esto hace sin duda mención a la tónica que ofreció el valor de la oleaginosa tanto en la plaza doméstica como en el orden internacional, donde el precio de la soja sufrió una drástica corrección durante las últimas semanas. En octubre de 2013, el precio para el productor sojero rondaba los 297 dólares por cada tonelada sembrada para vender en mayo de 2014: hoy este valor exhibe un merma del 22 por ciento interanual.
En el Mercado de Chicago, la plaza externa de referencia para los productores y operadores locales, la soja perdió casi un 30 por ciento a partir de un valor de cotización actual de 339 dólares. «La caída de precios se ha combinado con una suba de los costos de producción incrementando un 15 por ciento los rindes de indiferencia respecto al ciclo anterior», aclararon los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En la jornada de ayer, la soja cerró con importantes mermas en el mercado de granos argentino, en una sesión con escasos negocios, arrastrada por las caídas que reportaron los futuros de la oleaginosa en la influyente plaza de Chicago, dijeron operadores.
En Rosario, la mayor terminal agrícola del país, la soja cerró entre 2.270 y 2.300 pesos (unos 267,5 y 271 dólares por tonelada), desde el nivel de entre 2.280 y 2.350 pesos del viernes pasado.