Autoridades sanitarias de frontera revisaron a la tripulación proveniente de Asia el viernes, que no presentó síntomas del virus. Trabajan en un «plan de contingencia preventiva» a nivel nacional
Las autoridades sanitarias de distintos países del mundo vienen elaborando protocolos de inspección para impedir la propagación del virus del ébola, especialmente a través de las fronteras. Por ejemplo, en el aeropuerto norteamericano John F. Kennedy, en Nueva York, ya se han implementado controles extra para pasajeros sospechados de estar infectados con el mal.
En la Argentina, en tanto, la delegación local de Sanidad de Fronteras de Mar del Plata trabaja sobre un «plan de contingencia preventiva» de forma conjunta con todas las unidades sanitarias del país, con la supervisión del Ministerio de Salud de la Nación.
Según detalló el titular de la delegación, Nazareno Digiovanni, al diario La Capital de Mar del Plata, las distintas unidades mantienen reuniones mensuales o quincenales para monitorear permanentemente la situación del virus. Al ser un panorama cambiante, explicó, los planes se van adaptando según las necesidades del momento.
El médico señaló además que se cumple con el reglamento internacional de controlar a aquellos que quieran ingresar al país. Debido a que la ciudad bonaerense recibe escasos vuelos internacionales en su aeropuerto, las actividades de monitoreo se centralizaron en el puerto.
En ese marco, las autoridades sanitarias inspeccionaron el viernes pasado un barco proveniente de Asia y que había hecho escala en Brasil, «pero no había tocado ningún puerto africano».
Digiovanni indicó que se condujo una revisación médica a la tripulación de la embarcación, a la que se le tomó la temperatura, ya que se trata de un síntoma «para controlar una posible infección». «(E)l paciente me puede mentir diciendo que se siente bien y no es así. En cambio, si tiene fiebre, es indisimulable», añadió.
En el caso del barco monitoreado, no se halló ningún síntoma sospechoso, por lo cual quienes viajaban en él pudieron bajar a la ciudad. Sin embargo, si alguno de los integrantes de la tripulación registraba fiebre, este habría quedado en observación junto al resto.
El especialista destacó que «el barco ya viene con un mínimo de 20 días de navegación, por lo que el potencial infectado ya muestra síntomas de enfermedad o llega fallecido».
Fuente: Infobae