Si este no es de oro ¿el oro dónde está?

Messi se rió de la polémica sobre el premio al mejor jugador y con tres goles dejó la discusión, y a los que cuestionaban, en ridículo. Muchachos, ¿y si hablamos de otra cosa?

Con el partido de hoy, la discusión del Balón de Oro quedó terminada. Messi es diferente a los demás”. La frase no le pertenece al Checho Batista. Tampoco a papá Jorge ni mamá Celia. Las palabras salieron de la boca de un brasileño: Dani Alves, que podría elegir el silencio y no meterse en esta pelea, saca pecho por su compañero, pero sobre todo deja en claro el pensamiento de gran parte del pueblo futbolero. En Madrid, en Italia y en algunos pocos lugares más del mapa quieren sostener la polémica, aunque ayer el genio del fútbol mundial cerró la discusión otra vez con un triplete magistral para terminar el duelo con el Betis con un 5-0, al que le sobrará la vuelta de los cuartos de la Copa del Rey.

El Camp Nou se vistió de gala. Hasta estrenó el césped para recibir al jugador más joven de la historia en ganar dos veces seguidas el Balón de Oro con apenas 23 años (Van Basten, con 25 años, tenía el récord hasta ahora). La fiesta comenzó temprano: las mamás de los tres ternados para el premio de la FIFA dieron un mensaje mientras los jugadores estaban en el campo. Cuando llegó el turno de Celia, todo el plantel rodeó a Leo en el círculo central y escuchó con atención. Luego de la emoción, llegó la foto de todo el plantel del Barsa con el Oro y al final, los tres fantásticos escucharon los miles de click. Después a rodar la pelota, a ver al equipo que mejor juega en el mundo.

Con las frases de Cristiano Ronaldo, Casillas y Platini mostrando las diferencias con la FIFA. Con los medios italianos y españoles calentando el ambiente, más allá de que no hay vuelta atrás, de que el oro es argentino. Y con los ojos del planeta puesto en él, Lionel jugó como cuando lo hacía en las canchas de tierra de su Rosario natal. Tranquilo, sin presión, como si fuese un partido más en su vida… Y lo que logró en los 90 minutos ante el Betis es algo de lo que ya es habitual en su carrera: hacer tres goles (es la octava vez).

“Messi es simplemente el número uno. No hay nada que agregar”. Xavi, el tercer mejor jugador del mundo, volvió a dejar en claro su pensamiento tras el 5-0. No hay envidia ni celos. El cerebro se rindió ante la evidencia. El vio desde atrás el primer gol de la noche. Nadie se lo contó. La foto es para encuadrar y poner en todas las escuelitas de fútbol. Cualquier mortal no puede definir como lo hizo La Pulga. Pase en profundidad de Iniesta, el segundo top del mundo, y él, con la pelota picando, con el arquero achicándole, no le rompe el arco. La pica (parecido al gol a México, en la Copa América). Messi sólo puede hacer que el genial pase de Iniesta quede en segundo plano. Es que su definición fue, simplemente, ma-ra-vi-llo-sa.

Leo festejó ese golón con una sonrisa. Esperando a su asistidor, señalándolo. Dejando en claro lo que dice su cabeza: “El premio no me lo esperaba. Pensé que lo podían ganar Andrés o Xavi”, volvió a repetir ayer. Leo no se conforma con hacer un gol. Siempre va a más. Y, entonces, metió el segundo (hizo gatear al arquero y la metió por un costado) y el tercero (definición mano a mano). El Barsa hacía un festival. Ganaba, gustaba, goleaba y se pavoneaba con el mejor del mundo en la cancha. Hasta que Guardiola lo hizo. Nunca se atreve porque Leo una vez se enojó porque lo sacó y se lo dijo apenas llegó al vestuario. Pero esta vez, no puso cara. El estadio entero, de pie, aplaudiendo, gritando Meeeeeeeeessi. Haciendo reverencias.

Mientras el festival terminaba, en los medios mundiales las voces anti Lionel se acallaban. Busquemos otro tema y otra discusión. Los diarios madridistas ya se dieron cuenta: el tema de hoy es quién debe ser el reemplazante de Higuaín. Porque si Messi no es de oro, ¿el oro dónde está?

Fuente; Olé