Fin de semana de ferias: crece la oferta y el arte contemporáneo gana más adeptos

Reflejo de un palpable aumento en el interés por adquirir obra, se realizarán de manera simultánea el encuentro EGGO, que proponen galeristas porteños y del interior, y la boutique BADA, un espacio de contacto directo entre el artista y el público

a experiencia personal. Una emoción única. Un aporte individual a la cultura. Una posibilidad de inversión sin demasiadas complicaciones ni riesgos. Ésas podrían ser algunas de las razones por las que crece en el país y en el mundo el mercado del arte, dosificado en exposiciones institucionales, ferias y subastas. Y crecen tanto en volumen, más que en cantidad de dinero, que pueden superponerse en el calendario.

Para muestra, dos ejemplos de ferias de arte contemporáneo que sucederán de manera simultánea durante este fin de semana: EGGO, organizada por la Asociación Argentina de Galeristas (AAGA), y Boutique de Arte Directo de Artista (BADA), cuyo nombre es una definición en sí misma. Comienzan hoy y se extenderán hasta el lunes próximo.

¿Qué tienen en común? La decisión de difundir y promover la venta de arte contemporáneo producido básicamente en la Argentina con un concepto federal, la intención de despertar interés en el exterior y un artista destacado que participará en ambas ferias: Milo Locket.

EGGO y BADA celebran su tercera edición y sus públicos crecen año tras año. Y se interesan especialmente por llegar a todos los bolsillos posibles. En EGGO, los galeristas exhiben los precios de cada trabajo y en BADA todos los participantes tienen que ofrecer obras de pequeño formato hasta 900 pesos.

«Hay nuevos mercados, aunque hay que hacer la salvedad que más que una cuestión económica se trata de una cuestión cuantitativa. Hay mucha gente que invierte en arte para la decoración de su casa», comentó a LA NACION el presidente de la AAGA, Alejandro Dávila.

«Pensamos que se va a vender bien. La gente no puede ahorrar tanto ni viajar al exterior como en otro momento», señaló la artista plástica Ana Spinetto, responsable de BADA.

A estas ferias concurren públicos distintos, según admiten los propios organizadores, pero que los une la misma pasión: iniciarse en el coleccionismo. En EGGO, el galerista cumple una función de curador para el público, si bien estarán presentes muchos de los autores de las obras. En BADA, la relación es directa entre oferta y demanda.

«Una feria no es sólo para vender, sino para intercambiar experiencias. Los artistas vienen para hablar con la gente y los galeristas se dedican a las ventas», observa Dávila.

Por su parte, Spinetto destaca el vínculo directo entre el comprador y el artista: «Hay mucha gente que compra arte por primera vez y es muy variado lo que adquieren. Los mueve la intuición y el hecho de saber que cuando comprás de manera directa es más accesible el valor».

En EGGO, todos los días, a las 18, habrá visitas guiadas y también están previstas visitas para escuelas. Para pasado mañana, a las 19, programan una charla en homenaje a uno de los más dedicados impulsores del encuentro, Álvaro Castagnino, fallecido presidente de AAGA e hijo del artista plástico Juan Carlos Castagnino. El domingo, a las 17, Cristina Rossi dará una conferencia acerca de la investigación que realiza sobre la historia de las galerías de arte en la Argentina que se convertirá en libro el año próximo.

BADA también tendrá actividades especiales. Se exhibirán obras inéditas de Carlos Páez Vilaró y esculturas de gran formato de su hijo Sebastián. Luciano Mogni y Laura Caracciolo presentarán Denim Art, una instalación con retazos de jeans. María Gassiebayle y Vala Dupont presentarán Land Art, arte sustentable. Los alumnos de la Escuela de Arte y Arquitectura de la Universidad del Salvador intervendrán el espacio exterior. Alumnos de colegios vecinos a Espacio Pilar presentarán sus producciones de Arte orgánico-proyecto natural. Se subastará la serie de cascos de polo intervenidos por artistas argentinos en beneficio del Hogar Nuestra Señora del Pilar.

Si se hace difícil elegir a qué feria concurrir, hay una tercera opción que puede resolver el conflicto: en Chile funcionará al mismo tiempo que aquí Ch.ACO, en pleno Santiago, y con la participación de artistas y galeristas de ocho países. Incluido el nuestro, por supuesto..

Fuente: La Nación