Tres encapuchados dieron una conferencia de prensa y uno de ellos leyó un comunicado enviado al diario independiente vasco Gara, donde la organización terrorista ETA proclama un nuevo cese del fuego “permanente, general y verificable”. Hace cuatro meses había emitido otra nota donde también planteaba una tregua “ de acciones ofensivas”.
Pero una vez más, el gobierno español y los partidos rechazaron el mensaje por “insuficiente”, ya que reclaman el abandono total a las armas por parte de ETA y su disolución para integrarse en la vida política dentro de la legalidad.
“El camino es aún muy largo porque sólo vale el fin definitivo de la banda”, advirtió el presidente español José Luis Zapatero. También avisó a Batasuna, el brazo político de la banda, que debe separarse de ETA si quiere “tener alguna posibilidad” de participar en las elecciones y precisó que no habrá ningún tipo de diálogo con la banda y que seguirán las detenciones de quienes no cumplan la ley.
En el comunicado, ETA vuelve a reclamar como condiciones el objetivo más importantes en sus 50 años de violencia. El reconocimiento de la “territorialidad” -la independencia- de Euskal Herria (el gran País Vasco), integrado por Euskadi, Navarra y el País vasco francés.
Debido a las condiciones que sigue pidiendo la banda para disolverse, el vicepresidente del gobierno, y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que “ETA sigue pretendiendo que el fin de la violencia tenga precio”. Y añadió: “El último comunicado de ETA que queremos leer es el que declare el fin irreversible y definitivo de la violencia terrorista”. Esta posición fue compartida por todos los partidos democráticos, incluido los del País Vasco.
Responsable de la muerte de al menos 800 personas en más de 50 años de violencia por la independencia del País Vasco, la organización ETA, cuyo último atentado en territorio español se remonta a unos 17 meses atrás, mantuvo desde entonces esta tregua tácita, que parece ahora reforzarse, pero con críticas.
Fuente: La Razón