La Anses, una caja clave para 2011

El dinero de los jubilados y los millonarios recursos que maneja Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal serán clave en la estrategia que busca elevar fuertemente el gasto público en pos de llevar a Cristina Fernández a la reelección.
La Anses y la cartera de Julio De Vido serán claves en la estrategia de la presidenta Cristina Kirchner para financiar este año un fuerte aumento del gasto que le permita lograr la reelección. En el caso de la caja previsional, se prevé financiar un aumento de casi el 19% en el gasto si se lo compara con lo que hubiera permitido la prórroga del presupuesto de 2010.

La conclusión surge a partir de que ayer se completó la polémica maniobra con la que la mandataria logró hacerse por decreto de necesidad y urgencia de un presupuesto 2011, que le concede un gasto superior en $ 18.784,3 millones al que tendría si el Congreso hubiera aprobado sin cambiar una coma el proyecto que ella envió. La jugada finalizó ayer con la publicación en el Boletín Oficial de la Decisión Administrativa 1/2011, que fija estimaciones de recursos, ingresos y fuentes de financiamiento.

Para tener una idea del poder de De Vido basta ver que del total agregado, el ministro de Planificación manejará el 85%: 15.943,9 millones por encima de lo previsto en el proyecto 2011.

Cristina Kirchner, además, dispondrá de 50.293,7 millones de pesos más que los que habría podido gastar si simplemente hubiera prorrogado el presupuesto 2010, que es a lo que la habilitan la Constitución y las leyes en caso de que no haya un presupuesto en término, como pasó.

Como una ironía o una venganza, el Congreso tendrá con las partidas hechas por la única voluntad de la Presidenta un 3,1% menos de recursos que los que habría dispuesto si se hubiera allanado a aprobar sin cambios la iniciativa del Ejecutivo.

La otra gran caja del año electoral será la Anses, que una vez más volverá a financiar toda clase de gastos que nada tienen que ver con las prestaciones previsionales. La Anses contará con 0,7% menos de partidas para gastar que las que le asignaba el texto enviado en septiembre al Congreso por el Ejecutivo, pero esa suma es, sin embargo, un 18,8% mayor que la que tendría si sólo se hubiera prorrogado el presupuesto vigente al 31 de diciembre pasado.

El jefe de Gabinete, además, se reserva la facultad de modificar partidas en uso de los superpoderes presupuestarios que tiene delegados por el Parlamento, además de los aumentos por decreto de necesidad y urgencia que, como en los ejercicios anteriores, pueda hacer Cristina Kirchner.

Por ejemplo, en la partida Obligaciones a cargo del Tesoro, que es de donde salen los subsidios para mantener congeladas las tarifas de los servicios públicos, se prevé una reducción de más de 4200 millones respecto de lo gastado en 2010, lo que parece muy difícil de lograr. El Gobierno se negó a hacer subas tarifarias en un año sin comicios nacionales y parece difícil que se arriesgue a hacerlo cuando probablemente se juegue la continuidad del kirchnerismo en el poder.

Los monumentales recursos de la Anses sirven para financiarlo todo. Desde las prestaciones previsionales habituales y las prestaciones complementarias, pasando por las asignaciones familiares, para llegar a la asignación universal por hijo, que insumirá más de $ 10.000 millones y que con el esquema actual de financiamiento significa el subsidio de los hijos de los pobres por parte de los jubilados. Otro tanto ocurre con el programa Conectar Igualdad.com.ar, mediante el cual la presidenta Cristina Kirchner reparte netbooks a los alumnos de escuelas secundarias públicas. Este año, la Anses pondrá más de 2200 millones si se suman 98 millones para contratos y casi cinco millones para pasajes y viáticos.
Fuente: mdzol.com