presidente francés, François Hollande, prometió el viernes en Bagdad ayudar «aún más militarmente» a Irak, en un contexto de esfuerzos internacionales para tratar de derrotar a los yihadistas del Estado Islámico (EI), responsables de atrocidades en este país y en Siria.
Simultáneamente, el secretario de Estado norteamericano John Kerry intentaba en Ankara convencer a Turquía para que se una a la coalición internacional contra este grupo extremista sunita, tras lograr la víspera el apoyo, incluso militar, de diez países árabes. Su próxima etapa será El Cairo el sábado.
Tras una primera etapa en Bagdad, Hollande viajó a la región autónoma del Kurdistán iraquí, donde se refugiaron a principios de agosto cientos de miles de personas, en su mayoría de la minoría cristiana y yazidí, ante el avance de los yihadistas, acusados de crímenes contra la humanidad por Naciones Unidas.
«Pedimos el asilo en Francia, ¡salvadnos!», rezaba una hoja en manos de un desplazado cristiano en el jardín de una iglesia de un barrio periférico de Erbil, donde acudió Hollande.
En una rueda de prensa con el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, el presidente francés aseguró que los países europeos mantendrían su ayuda a los refugiados y anunció el establecimiento de «un auténtico puente humanitario» para quienes deseen abandonar el país.
En Erbil, Hollande entregó 15 toneladas de ayuda humanitaria a las ONG presentes en el terreno, antes de abandonar por la tarde Irak. Esta ayuda se une a las «60 toneladas de material» entregadas ya por Francia en el marco de una operación humanitaria, precisó poco antes.
François Hollande es el primer jefe de Estado extranjero que visita Bagdad desde el 9 de junio, inicio de la ofensiva de los yihadistas, quienes proclamaron un califato en los territorios bajo su control en Irak y en Siria.
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«Estoy aquí (…) para mostrar la disponibilidad de Francia para ayudar aún más militarmente a Irak», declaró el presidente francés, quien se reunió con su homólogo, Fuad Masum, y el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi.
Mientras Abadi subrayó la importancia del apoyo aéreo para hacer frente a los yihadistas, el jefe de Estado francés dijo haber «escuchado (su) petición» y trabajar «con nuestros aliados en un determinado número de hipótesis».
Desde agosto, Francia suministra armas a los kurdos iraquíes que luchan contra los yihadistas en el norte de Irak, y ayuda humanitaria a los civiles, y se muestra dispuesta a utilizar sus bombardeos en Irak, en el marco de la estrategia estadounidense.
La «amenaza global», que representa el EI, «obliga a un respuesta global», destacó Hollande, quien precisó que la conferencia internacional sobre Irak prevista el lunes en París buscará coordinar los «apoyos» y las «acciones para la unidad de Irak y contra ese grupo terrorista».
En Estambul, Kerry se mostró contrario a una participación de Irán en esta conferencia internacional, al invocar «su involucramiento en Siria y en otros sitios».
Según los servicios secretos estadounidenses, CIA, el EI cuenta «entre 20.00 y 31.500» combatientes en Siria y en Irak, una parte de ellos procedentes del extranjero.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció que estaba dispuesto a ampliar los bombardeos que realiza contra el EI en Irak a la vecina Siria, así como a fortalecer al ejército iraquí y a los rebeldes sirios.
Tras la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en 2011, Obama buscaba pasar página a los 10 años de guerra en el país, si bien la decapitación a manos de los yihadistas de dos periodistas estadounidenses secuestrados en Siria le ha obligado a actuar.
En Europa, Alemania anunció la prohibición de actividades de apoyo o de promoción de EI en su territorio y se negó a participar en ataques contra Siria, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, dijo que no excluye «nada».
Por su parte, Turquía, vecina de Irak y de Siria, no participará en operaciones armadas, limitándose a la ayuda humanitaria, al apuntar que podrían poner en peligro la vida de 46 ciudadanos turcos retenidos por yihadistas en el norte de Irak.
Sin embargo, el régimen sirio, apoyado por Rusia, advirtió inmediatamente a Washington que se abstenga de ataques en su territorio sin su acuerdo.
AFP