Denuncian que policía condenado a perpetua se fugó porque los jueces lo dejaron irse

El jueves fue condenado por un caso de gatillo fácil ocurrido en el barrio porteño de 2012. Pero cuando se dio a conocer el veredicto no estaba porque los jueces del tribunal lo dejaron salir. Desde entonces se encuentra prófugo.

Un policía que el jueves fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de un joven al que persiguió por considerarlo «sospechoso» en el barrio porteño de Balvanera, en 2012, se fugó el día del veredicto porque fue autorizado por los jueces a retirarse de Tribunales debido a que no estaba en «condiciones anímicas» para escuchar la sentencia.

La denuncia de la fuga fue revelada hoy por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) , que asistió a la familia de Jon Camafreitas (18) durante el debate en el que juzgó al cabo de la Policía Federal Martín Alexis Naredo (35), por «homicidio agravado por su condición de policía».

El jueves, el Tribunal Oral 23 condenó a Naredo a prisión perpetua y ordenó su detención inmediata porque había llegado en libertad al juicio pero la abogada de Correpi, María del Carmen Verdú, aseguró a Télam que «al policía lo autorizaron a irse del edificio de Comodoro Py antes de la lectura del veredicto, y desapareció».

Al terminar los alegatos, cerca de las 14.30 de ese día, el abogado de Naredo, Carlos Daniel, dijo a los jueces que su defendido no estaba en «condiciones anímicas» de presenciar la audiencia, por lo que fue autorizado a retirarse pese a que Verdú había pedido su detención por peligro de fuga, ante la pena a la que podía ser condenado.

La abogada dijo que creyó que Naredo estaba en una sala contigua, pero al concurrir ayer al TOC 23 para saber en qué unidad estaba preso el policía, le notificaron que se había fugado.

Con el voto mayoritario de los jueces Héctor Magariños y Pablo Jantus y la disidencia de Javier Anzoátegui, el tribunal dispuso el jueves detener a Naredo porque el hecho constituyó «una grave violación a los derechos humanos por ser un funcionario estatal» y porque se constató la complicidad en el caso de otros policías de la comisaría octava, quienes ahora lo podrían ayudar a escapar.

Según Verdú, como el policía había sido autorizado a irse, los jueces informaron de inmediato su decisión a las policías Federal y Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y Migraciones, y a la Municipalidad de La Matanza, donde Naredo trabajaba.

«Pero ya le habían dado permiso para irse a su casa, y ahora no lo pueden encontrar. El viernes mandaron un gendarme a tocar timbre en la casa y Naredo no estaba», relató Verdú, quien detalló que la madre del policía dijo al efectivo que concurrió: «Fue a pasar el fin de semana en la casa de la novia en Lanús».

Naredo también fue buscado en la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad de La Matanza, donde trabajaba hasta el juicio, pero no fue ni el viernes, ni el lunes y ni ayer.

Mientras tanto, su defensor presentó un pedido de eximición de prisión, que ya fue rechazado por el TOC 23.

Tras haber transcurrido cinco días corridos sin hallarlo, los jueces decretaron la rebeldía y ordenaron la captura del policía, cuya hermana trabaja en la Dirección de Migraciones en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, según surge de su legajo, y para la querella es un «detalle inquietante».

Hace tres meses, la Correpi denunció que otro policía de la misma comisaría, la octava, se escapó el día de su condena: se trata del sargento Néstor Adrián González, sentenciado a 15 años de prisión por el Tribunal Criminal 4 de Mercedes por el homicidio de Sergio «Checho» Casal y quien aún permanece prófugo.

«Por eso, si ve a Martín Alexis Naredo, no avisen a la policía (por las dudas, tampoco a los jueces). Avise a Correpi», dijeron desde la organización en forma irónica, a través de un comunicado.

El episodio en el que mataron a Camafreitas ocurrió el 21 de enero de 2012 en Independencia y Loria, de Balvanera, cuando Naredo y el también Policí­a Federal Juan Carlos Moreyra perseguí­an al joven y a un amigo de 14 años cuando ambos volvían a sus casas desde la plaza Boedo, de la que se habían ido para alejarse de una pelea.

Moreyra persiguió al adolescente, mientras que Naredo alcanzó a Camafreitas, quien recibió un balazo en la cabeza y murió cuatro dí­as después en el Hospital Ramos Mejí­a por la herida sufrida.

Fuente: Online-911