Los catalanes marchan por la independencia en un día crucial

A primeras horas de hoy miles de personas participaban en los actos institucionales de la “Diada” extraordinaria, el Día de la Patria Catalana que conmemora ahora los 300 años en que el absolutismo borbón derrotó a Cataluña y sus leyes que protegían la libertad de su pueblo y rechazaban abandonar su identidad independiente.

Pero el calificativo de “extraordinario” con que ha convocado los fastos el gobierno catalán –una alianza de Convergencia y Unión y Esquerra Republicana de Catalunya– tiene más que ver con la culminación de un proceso independentista que ha enfrentado ásperamente a los nacionalistas, que tienen un gran apoyo popular con el gobierno central español.

El jefe de gobierno español Mariano Rajoy y el resto de los partidos españoles rechazan la iniciativa de la consulta, convocada para el próximo 9 de noviembre, para que los catalanes decidan si deben convocarse un plesbiscito.

Desde que la avalancha independentista sorprendió a todos en Catalunya con centenares de miles de personas con fervorosos anhelos nacionalistas e independentistas, el ala más moderada del nacionalismo, Convergencia y Unión, se puso al frente pese a que su líder, Jordi Pujol, siempre comentó que la independencia de España era imposible legalmente.

Artur Mas, heredero de Pujol, para no perder la hegemonía del nacionalismo frente a la pujanza independentista de Esquerra Republicana, se puso al frente de la movilización soberanista. La escalada, que ha sellado a fuego la escena política de España hace dos años, culminó con la iniciativa de orientar las propuestas hacia una consulta soberanista. Pero, para el gobierno de España, apoyado por los principales partidos, los nacionalistas querían forzar el camino a la independencia por medios más oblicuos que los que utilizaron los nacionalistas vascos con un planteo similar que se estrelló contra el Parlamento español.

Todo esta preparado, aclaró hace tres días Rajoy, para fulminar la convocatoria ilegal –ya que no la acepta la Constitución– mediante una orden de suspensión de la consulta por el Tribunal Constitucional. El parlamento catalán se reunirá el próximo 19 de setiembre para aprobar una ley de consultas populares en la que se apoyará Artur Mas para realizar la convocatoria del 9 de noviembre.

Hoy se juega el prestigio de los nacionalistas en una lucha tenaz y muy difícil de imponer legalmente, mediante una movilización que demuestre al mundo entero la solidez de la voluntad soberanista.

En las últimas Diadas se juntaron casi medio millón de inscritos en cadenas populares que esta vez intentaran formar una gigantesca V centrada en Barcelona. En los sectores más entusiastas se sueña con reunir una multitud histórica de dos millones de personas. La tensión está al máximo. Lo que pase hoy va a ser decisivo.
Clarin.com