La debilitada balanza comercial argentina vuelve a sufrir, esta vez por el derrumbe en el precio de la soja, principal producto de exportación del país, que cerró ayer en su peor valor desde fines de agosto de 2010: US$ 368,6 la tonelada. Así, la Argentina ingresará unos US$ 4.000 millones menos este año de lo que se esperaba al principio de la cosecha, según cálculos privados.
«Puede decirse que a esta altura cuanto más el país requiere de los dólares del complejo sojero, más se derrumba el valor del principal producto de exportación local», dice el diario El Cronista, que cita a la consultora económica Ecolatina, según el cual, por el cierre de los mercados financieros por el conflicto con los fondos buitres, «el ingreso de dólares al país dependerá de manera creciente en la evolución de las exportaciones de bienes, en particular del complejo sojero».
La consultora expuso que antes del cepo cambiario, las ventas externas representaban el 56% de la oferta bruta de moneda extranjera. El año pasado, ese ratio se elevó a 77%, indicó Ecolatina. Las malas noticias llegan porque baja el precio de la soja, las proyecciones climáticas locales no son las mejores y, por último, no hay voluntad de liquidación del stock por parte de los productores, ante la expectativa de una nueva devaluación inminente.
Por lo pronto, desde principios de año, los contratos de soja en Chicago perdieron 21% de su valor o casi u$s 100 por tonelada. Si se mide desde fines de junio, cuando comenzó la tendencia bajista en Chicago, el derrumbe llega a 18%. Al comparar el actual precio con los valores que la oleaginosa llegó a ostentar hacia mediados de abril en Chicago (arriba de u$s 560 la tonelada), la retracción asciende a nada menos que 35%, recuerda El Cronista. Al país le costará US$ 4.000 millones de ingresos.
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