España estima prematuro decidir su integración en una coalición contra el yihadismo.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, subrayó ayer en Newport (Gales, Reino Unido) que «la comunidad internacional en su totalidad tiene la obligación de parar» a los yihadistas del Estado Islámico. Rasmussen lanzó este llamamiento antes de iniciarse la cumbre de dos días que la Alianza celebra en la localidad galesa con Ucrania y el yihadismo como grandes ejes de preocupación.
Rasmussen añadió que «hasta el momento el Gobierno de Irak no ha pedido asistencia», pero si lo hiciera, dijo, «estoy seguro de que los aliados de la OTAN estudiarían seriamente la petición». También recordó que en Irak hubo «una misión hasta 2011» y planteó la eventualidad de que esas actividades puedan reanudarse.
Tanto el presidente de EE UU, Barack Obama, que asiste a la reunión, como el anfitrión de la misma, el primer ministro británico, David Cameron, han insistido en la necesidad de unidad para afrontar la violencia del EI, en un artículo publicado ayer en «The Times» tras el asesinato de dos periodistas estadounidenses y la captura de un rehén británico por los yihadistas.
Obama aprovechará la cumbre para buscar aliados que quieran formar una coalición global contra el EI. Italia, Australia, Emiratos Árabes, Jordania, Catar e Israel ya han sido contactados por el secretario de Estado de EE UU, John Kerry. Con todo, y además de los ataques aéreos estadounidenses, la principal línea de actuación parece seguir siendo la entrega de armas a las milicias kurdas para que sean ellas las que, en unión del Ejército iraquí, frenen al EI, que ya ocupa la mitad de Irak y un tercio de Siria España consideró prematuro hablar de una posible participación en una alianza internacional contra el yihadismo.
En cambio, en el otro pilar de la reunión, el ucraniano, Madrid dio un paso al frente y ofreció adelantar al próximo enero el envío a cielos bálticos de cuatro aviones Eurofighter cuyo despliegue no estaba previsto hasta 2016.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, agradeció anoche el apoyo «enorme» que está recibiendo de la OTAN y que se ha plasmado en «apoyo práctico adicional» que incluye «cooperación técnica militar bilateral en armas no letales y letales». También agradeció la ayuda financiera en áreas «clave» como ciberdefensa, mando y control, logística y rehabilitación de soldados heridos en combate.
Los aliados también preparan nuevas sanciones contra Rusia por su actuación en la crisis ucraniana. De hecho, EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia subrayaron su condena al comportamiento ruso e insistieron en que Moscú «tendrá que enfrentarse al coste de sus acciones».
Para hacer frente en un futuro a crisis con la de Ucrania los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Newport tienen previsto dar luz verde a la creación de una fuerza de «varios miles» de soldados que podrá desplegarse en cualquier país en «muy pocos días» para responder a crisis como la actual.
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