El Burrito Rivero, autor del gol, le dio las gracias a Román y tiró: “El se lleva toda la presión”.
Nada como ir juntos a la par para los amigos. Más aún, cuando las cosas salen redondas. Cuando uno es figura, sostiene que su calidad sigue intacta en cualquier categoría que juegue, y el otro se lleva las fotos en los festejos por un gol que vale tres puntazos y un desahogo tremendo. Una jornada perfecta para ellos y emocionante, en particular, para el Burrito Rivero, que con su compinche Riquelme se sacó un peso gigante de encima y marcó el tanto con el que Argentinos amargó a Aldosivi. Y mirá que pasó tiempo de la última vez que pudo gritar un gol, producto de la poca continuidad por culpa de una seguidilla de lesiones. Hay que remontarse al 4/12/2011, vistiendo la camiseta de Boca y enfrentando a Banfield (3-0) para recordar un pase suyo a la red. Mirá si no será para las lágrimas lo de ayer…
“Es lindo que se haya dado así, no tenía pensado ningún festejo, aunque fue emocionante. Mis últimos dos años no fueron buenos, pero ahora estoy disfrutando en Argentinos, que me tuvo confianza”, tiró el ex San Lorenzo. Y, obvio, mimó a Riquelme: “Román siempre me apoya. Es mi amigo y le estoy agradecido. Todos sabemos lo que significa. Se lleva todas las miradas y la presión. Nosotros tenemos que correr menos y jugar más”.
Además, Rivero no se olvidó de Bianchi, a quien bancó luego de que haya sido despedido de Boca. “El fútbol es ingrato. Le deseo lo mejor a Carlos. El siempre confió en mí y nunca pude estar al 100% en el último tiempo”, cerró. Qué bueno, Burro…
Fuente: Olé