Facturas “saladitas”

Por el aumento en los costos de materias primas, impuestos, salarios y alquileres, las medialunas están cada vez más caras. En lo que va del año, la docena subió un 50% y pasó de $40 a $65, en promedio.

El clásico desayuno con facturas se convirtió en un lujo de alto costo y cada vez son menos las familias que se lo pueden dar. Vigilantes, cañoncitos, medialunas y tortitas negras, en sus más diversas formas, rellenos y tamaños, son uno de los pecados más sabrosos de cometer. Pero el precio está cada vez más “saladito”. La suba de los alquileres, impuestos, salarios e insumos están entre los motivos que incrementan los precios e influyen en la merma de las ventas. Según un sondeo por varias panaderías, en lo que va del año la docena de facturas subió más de un 50%: de $40 en marzo pasó a $65 este mes.

Esponjosas, doradas, con hojaldre, crema pastelera o mermelada, almíbar o jalea reducida, hay facturas para todos los gustos y bolsillos. Sin embargo, algo está cambiando: en el sector buscan estrategias para seducir a los clientes. Entre las medidas para paliar la suba de los costos en los insumos sin trasladarlo al precio final están achicar el producto, usar ingredientes de menor valor y, muchas veces, evitar los rellenos con frutas o nueces.

“Los Molinos” es una de las panaderías especialistas en medialunas. Las preparan con ingredientes de primera calidad y son más que “generosas”. Un dato para nada menor es que desde noviembre mantienen los mismos precios: $54 la docena.

“L’ épi” es una boulangerie en la que utilizan horno a leña y un proceso de fermentación natural sin agregado de levadura. Por eso sus “croissants” (lo más parecido a una medialuna) cuestan $5. A pesar de que mantienen los mismos precios desde marzo, aseguran que en septiembre se esperan subas de un 10% por los aumentos de materia prima.

Desde la tradicional panadería “Flores Porteñas” aseguran que los altos costos salariales y de la materia prima marcaron subas en las facturas de un 10% en lo que va del año. La docena se consigue a $48.

El vicepresidente de la Federación de Industriales Panaderos de la provincia de Buenos Aires, Raúl Santoandré, explica: “El hábito de consumo cambió, la gente prefiere un producto más pequeño y también influye el costo de la materia prima, los alquileres y los impuestos”.

Fuente: La Razón