Trayectos programados y consulta médica previa. Preparación adecuada en un contexto de enfermedades emergentes y reemergentes como la fiebre Chikungunya y el Ébola.
La fiebre Chikungunya y el Ébola representan dos nuevos riesgos sanitarios en el mundo. En el caso del Ébola, la amenaza todavía está latente para el continente, pero la fiebre Chikungunya ya exhibe un brote epidemiológico en Centroamérica y el Caribe y en Argentina ya hay casos en estudio.
En ambas enfermedades, el modo de transmisión que puede hacer que lleguen al país es el tráfico aéreo internacional. José González, presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viaje (Acav), recordó que los viajes de Córdoba al África –donde se registra el brote de Ébola– son muy pocos, pero que ya hay consultas por turistas que parten hacia República Dominicana, escenario de casos de fiebre Chikungunya.
Esta última es una patología de origen viral, que es transmitida al ser humano por los mismos mosquitos que intervienen en la propagación del dengue: Aedes aegypti y Aedes albopictus .
“Es importante destacar que un viajero que tenga intención de visitar un país donde exista información sobre transmisión de enfermedades emergentes debería acudir a un centro especializado en medicina del viajero o consultar con un médico antes del viaje”, recordó Gustavo Martínez, médico infectólogo del hospital Rawson. Martínez precisó que la consulta debería realizarse al menos entre cuatro y ocho semanas antes de la partida y en lo posible antes, en caso de que el viaje sea de larga duración o para trabajar en el extranjero. “No obstante, los viajeros de última hora también pueden beneficiarse de una consulta médica, incluso el día de partida”, apuntó.
Indicó que una vez que el turista esté instalado en las zonas donde está presente la enfermedad –o en el aeropuerto local–, la principal precaución es evitar la picadura de mosquitos, para lo cual se recomienda llevar repelente para insectos y ropa adecuada, sobre todo en horas de la mañana o el atardecer, vestimenta que debería exponer la menor proporción de piel posible. “Hay que recordar que en los aeropuertos de zonas de riesgo existen delegaciones sanitarias o centros de información sanitaria, donde se pueden informar sobre dudas acerca de estas enfermedades”, añadió Martínez.
El infectólogo indicó que un viajero que exhiba síntomas de Chikungunya (fiebre de comienzo brusco, dolores articulares intensos, conjuntivitis, sarpullido, o intensificación de enfermedades subyacentes) y provenga de zonas donde se presentan casos debe consultar rápidamente en el centro de atención sanitaria del aeropuerto, con el fin de ser remitido a los centros especializados preparados para el diagnóstico y manejo de la enfermedad.
Ébola
El período de incubación de la enfermedad por el virus del Ébola (EVE) oscila entre dos y 21 días, con un promedio de ocho a 10 días. La transmisión persona a persona se produce mediante el contacto directo con fluidos y/o secreciones corporales de las personas infectadas, aunque existe la posibilidad de contagio por contacto indirecto con el medio ambiente y elementos contaminados con fluidos corporales (agujas, por ejemplo).
Un punto interesante es que no existe riesgo de transmisión durante el período de incubación. Los síntomas en su caso incluyen fiebre de inicio repentino, debilidad intensa, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta, seguido por vómitos, diarrea, erupción cutánea, deterioro de la función renal y hepática, y en una fase avanzada, hemorragias tanto internas como externas.
Cuando se identifiquen pacientes con sintomatología compatible con EVE y antecedentes viajeros relacionados, las autoridades deberán realizar el seguimiento de contactos a todos aquellos pasajeros sentados cuatro filas adelante y cuatro atrás en el avión que los transportó, así como a la tripulación a bordo, según la guía de la Organización Mundial de la Salud.