Una nueva noche de protestas y disturbios ocurrió, a pesar del despliegue de la Guardia Nacional que no logró apaciguar la tensión en la novena jornada de reclamos tras la muerte del joven afronorteamericano Michael Brown, el sábado 9, a manos de un policía, en la localidad de Ferguson, en el Estado norteamericano de Missouri.
Centenares de manifestantes volvieron a ocupar la Avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, en una concentración que comenzó en forma pacífica y terminó con enfrentamientos, varios detenidos, algunos heridos y el uso de gases lacrimógenos y bombas de humo para dispersar la protesta.
Los enfrentamientos ocurrieron a partir de las 22 (0, hora en Argentina), cuando la policía advirtió a los manifestantes que debían despejar la calle si no querían ser detenidos, después de que varias personas lanzaron bombas molotov, botellas y otros objetos contra los efectivos.
Casi dos horas después, los agentes empezaron a avanzar hacia los manifestantes, vestidos con uniformes antidisturbios y alertando a través de los altavoces de que el área dejaba de ser segura, la gente debía volver a sus casas y los periodistas tenían que salir de la zona de las protestas.
La orden fue atendida por la mayoría de los manifestantes, aunque un grupo de alrededor de un centenar de personas resistió y en ese momento sucedieron las detenciones, que superaron la decena, indicaron las mismas fuentes.
Algunas de las personas que participaron en la protesta aseguraron en las redes sociales que escucharon el sonido de disparos.
Por su parte, la cadena Fox informó que al menos una persona resultó herida en una mano de un balazo.
A la 1 (3, hora en Argentina) la zona de protestas estaba bloqueada con barreras y por agentes, de manera que algunas personas encontraron problemas para abandonar el lugar con sus vehículos.
A lo largo de la noche el fuego también fue protagonista: los manifestantes lo usaron para evitar el avance de la policía y al menos un edificio fue incendiado.
La decisión de desplegar la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, no sirvió para calmar la situación en Ferguson, en la novena jornada de protestas tras la muerte del joven Michael Brown el sábado 9.
La tensión que se vive en la pequeña ciudad cercana a Saint Louis obligó a cerrar las escuelas durante el resto de la semana como medida de precaución.
Durante las protestas, el fotógrafo de Getty Images Scott Olson fue detenido y puesto en libertad poco después sin que hayan trascendido los motivos.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) extendió las restricciones de vuelo sobre Ferguson -a no menos de 3.000 pies de altura- hasta el día 25.
También se vieron en las manifestaciones varios observadores de Amnistía Internacional.
Además, el rapero Nelly, que creció en Saint Louis, se unió a las protestas con una camiseta en la que se leía «#MikeBrown», el nombre del joven asesinado a manos de un agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias entre el policía y los testigos.
El rapero pidió que las marchas sean pacíficas y que se traten de evitar los saqueos y enfrentamientos.
Pero, como en jornadas anteriores, la protesta que vivió momentos tan simbólicos como una caminata con rosas en lo alto durante el día, a la noche se transformó y dejó más detenidos, heridos y enfrentamientos.
diario26.com