Con Falcioni vuelve la línea de cuatro a Boca. Y ayer el DT ya dio una pista de quiénes serán los elegidos. Va de atrás para adelante…Habla bajito y hasta para adentro. Pero ayer su vozarrón se escuchó. Y para ordenar.
Después de un primer día agitado, Julio Falcioni les dio pelota a sus muchachos. Más que nada a los defensores: con ellos tuvo su primera bajada de línea. Mandó a los volantes y delanteros con Omar Píccoli y el profe Otero y se entretuvo largo y tendido con quienes serán la base de su equipo, su bastión. Y hasta se animó a plantar su primera línea de cuatro, quizá la que sea titular en el primer amistoso ante Independiente: Medel, Caruzzo, Insaurralde y Clemente. Parece que el Boca de JC ya se asoma. Y eso que van dos días…
Amante del equilibrio y del orden, Falcioni ya avisó que “quiero que Boca juegue lindo, pero primero que gane”. Con esas condiciones, entonces, es lógico que su primera bajada de línea conceptual y práctica haya comenzado por el fondo. El karma de los goles de pelota parada o de segunda jugada acompaña a Boca desde hace tiempo. Con Borghi, el tema de discusión era la línea de tres. Con Falcioni, de entrada, ya se sabe que su Boca volverá a la línea de cuatro. Ayer, el trabajo fue específico. ¿En qué consistió? Las dos hileras de defensores (la segunda estuvo compuesta por Calvo, Cellay, Sauro y Monzón; Ruiz fue ingresando a medida que rotaban) debían intentar meter un gol en el arco de conos que cada jugador tenía a sus espaldas. El secreto era, justamente, evitar liberar ese espacio, cubrir las espaldas del compañero, moverse en bloque. Una declaración de principios del técnico en su segunda mañana en Casa Amarilla. Primero piensa para atrás; no en la salida de su equipo sino en cómo tiene que moverse cuando lo atacan. Para lo demás habrá tiempo… Sí quedó claro que esa función, la de salida por los costados, la cumplirán el chileno y Clemente. Y sus reemplazantes, Calvo y Monzón (el pibe Leandro Marín ayer se entrenó con la Reserva).
Después, Falcioni le pasó la posta a Otero para continuar con el reacondicionamiento físico. Una horita más, hasta pasadas las 12.30, cuando la pelota quedó a un costado. Lo más importante del día estaba hecho: empezar a conformar su equipo, a plasmar sus objetivos. De atrás para adelante.
Fuente: Olé