Nasa prueba vehículo que algún día espera usar en Marte

Según señalaron ingenieros de la entidad, el vehículo cumplió la mayoría de los objetivos durante la prueba.

 

AP

Un grupo de ingenieros de la NASA, señalaron que una prueba hecha a un vehículo que esperan usar en Marte, alcanzó la mayoría de sus objetivos, a pesar de que el paracaídas que utilizó quedó prácticamente destruido al momento de abrirse.

En una conferencia de prensa, los ingenieros expusieron lo que han aprendido en seis semanas desde que se realizó la prueba, que costó 150 millones de dólares, a un vehículo que está diseñado para llevar aeronaves y «a la larga astronautas” a salvo a Marte.

Los ingenieros dijeron que alcanzaron el principal objetivo: hacer que una nave espacial con forma de platillo volador se eleve a 57.900 metros (190.000) pies sobre la Tierra a más de cuatro veces la velocidad del sonido bajo condiciones de prueba que igualan la atmósfera marciana.

«El vehículo hizo un trabajo increíble al alcanzar la velocidad y altitud correctas», dijo Ian Clark, principal investigador en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Cuando la sonda se preparaba para regresar a la Tierra, un tubo con forma de dona alrededor de ella se abrió como un pez globo, creando una resistencia atmosférica que desaceleró drásticamente la velocidad Mach 4.3, una tarea que en semanas de análisis ha mostrado desempeñar a cabalidad, dijo la agencia espacial.

«En este punto, en realidad hemos alcanzado la mayoría de los objetivos de vuelo que teníamos para este verano», dijo Mark Adler, el responsable del proyecto, sobre las tres pruebas del vehículo.

En los dos experimentos planeados para el próximo año, la NASA tratará de idear cómo desplegar adecuadamente el paracaídas, el cual inmediatamente se rasgó y enredó al salir, lo cual les mostró a los ingenieros que tienen «más que aprender», dijo Clark.

«La idea de cargar 200 libras (90 kilos) de kevlar y nylon y abrirlos a 2.500 millas por hora (4.000 kilómetros por hora), 200 libras que infladas son del tamaño de un almacén pequeño, es sin duda un enorme reto», señaló Clark.

«Hay mucho de física en este problema, y ahora estamos viendo cosas que antes no habíamos visto. Y vamos a tomar todo ese conocimiento y utilizarlo en nuestros siguientes vuelos el próximo año», agregó.