Por la primera final de la Copa Libertadores, con un gol de Mauro Matos, el conjunto de Edgardo Bauza se había puesto en ventaja, pero Julio Santa Cruz estableció el 1 a 1 definitivo. La revancha será dentro de siete días.
San Lorenzo llegó a Asunción para disputar uno de los partidos más importantes de su historia. La ansiada Copa Libertadores estaba a 120 minutos de llegar a las vitrinas de Boedo, y el «Ciclón» afrontó la primera final ante un rival que tenía las mismas necesidades, ya que Olimpia tampoco cuenta con el cetro más importante del continente.
El Defensores del Chaco se inundó con una lluvia de papeles blancos cuando los conducidos por Gustavo Morinigo saltaron al campo de juego con el objetivo de lograr la hazaña. El conmovedor recibimiento poco le importó a un «Cuervo» que salió a presionar desde las primeras acciones del espectáculo.
Las combinaciones entre Emanuel Más y Leandro Romagnoli por el sector izquierdo del ataque visitante pusieron en jaque al arco defendido por Ignacio Don. En cambio, el dueño de casa apostaba sus agresiones a la velocidad de Juan Arguello.
Cuando promediaba el primer capítulo el representante argentino tuvo la oportunidad de abrir el marcador. Si bien la jugada se formó de un modo muy desprolijo, donde hubo una serie de rebotes que favorecieron a los «blaugranas», las intervenciones del «Pipi», junto con las de Mauro Matos y Nacho Piatti inquietaron a la defensa local. El dominio era de los porteños, pero los paraguayos también mantenían inquieta a la última línea de su rival.
El exceso de confianza de Sebastián Torrico pudo representar un costo muy elevado para el conjunto del «Patón». A través de dos tiros de esquina, Nacional estuvo muy cerca de anotar el primer tanto: en el primero, el ex arquero de Godoy Cruz falló en la salida y Freddy Bareiro no consiguió capitalizar el error ajeno. En el segundo, el guardameta optó por quedarse sobre la línea y José Leonardo Cáceres rozó el travesaño.
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