«Argentina no está en default, sino en un limbo creado por el juez Griesa»

El director ejecutivo de la consultira First, Miguel Arrigoni, analizó la situación en que se encuentra el país tras el congelamiento de los fondos destinados a pagar a bonistas y advirtió que los fondos buitre «quieren ganar tres veces».
El director ejecutivo de la consultora de finanzas First, Miguel Arrigoni, sostuvo este miércoles que la Argentina «no está en default, sino más bien en un limbo» que creó el juez federal de Nueva York, Thomas Griesa, con su fallo «errático y confuso» respecto de la deuda pública argentina. Asimismo, advirtió sobre la posibilidad de que los fondos buitre sean a la vez dueños de bonos de la deuda pública no reestructurados y reestructurados, y de seguros contra default, con lo cual pretendan «ganar tres veces».

«Por una cuestión de transparencia, los fondos buitre deberían explicitar qué fondos tienen, porque en términos de mercado, sacar ventaja es absolutamente ilegal acá y en los Estados Unidos», aseguró Arrigoni a la agencia de noticias Télam.

En ese sentido, precisó que «los fondos buitre tienen en su poder bonos no reestructurados de la deuda por los cuales pretenden cobrar la totalidad de su valor», más intereses y punitorios. Pero remarcó que «también es probable que estos fondos sean propietarios de seguros de default y también de bonos reestructurados de la deuda».

De esta manera, subrayó que «con esto, es posible que busquen que Argentina entre en default para cobrar los seguros, y después que se violen las cláusulas RUFO (que prohíben un pago mejor al de los canjes de 2005 y 2010) para reclamar ellos mismos un valor mayor por los bonos reestructurados que tienen».

«La mejor definición para la situación que creó el juez Griesa es que estamos en un limbo», señaló Arrigoni, quien destacó que «si el juez estuviera seguro de que la plata le corresponde a un tercero, se daría vuelta y se la daría a los buitres. Y no está seguro de eso».

Además, puntualizó que Griesa «va liberando de a uno a los bancos» para que permitan a los acreedores acceder al cobro de la deuda abonada por el Estado argentino. En ese sentido, consideró que el del magistrado estadounidense es «un comportamiento errático, que confunde mucho y no es claro», porque destacó que «en un proceso judicial normal, se embarga para pagar lo que reclaman los acreedores».

«Esto en cambio va tomando forma de elemento de presión para trabar la reestructuración de la deuda argentina», concluyó el analista.
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