LAS HEPATITIS VIRALES

En nuestro país existe aproximadamente un millón de personas portadoras crónicas y se estima que sólo un 20 por ciento lo sabe. El mal es conocido como “asesino silencioso”. La investigación está proporcionando nuevos fármacos, más eficaces y con menos efectos secundarios. Los precios de estos fármacos son inasumibles para muchos sistemas de salud.
POR EL DR. JOSE H. VILAR (*)
Las hepatitis virales son un grupo de enfermedades infecciosas que comprende a las hepatitis denominadas básicamente con las letras A, B, C, D y E, esta última cuya presencia en el país fue descripta por primera vez en Corrientes, afecta a millones de personas en todo el mundo, puesto que provoca hepatopatías agudas y crónicas y causa la muerte en el mundo a cerca de 1,4 millones de personas cada año.
En Argentina existe aproximadamente un millón de personas portadores crónicas y se estima que sólo un 20% lo sabe.
Este problema, cuya existencia es reconocida como tal y preocupa a las autoridades sanitarias del mundo, llevó a que en mayo pasado, la Asamblea Mundial de la Salud (OMS) adoptara una resolución con el objeto de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las hepatitis virales crónicas.
En ocasión del Día Mundial de la Hepatitis, el 28 de julio, la OMS insta a los encargados de formular las políticas de salud, al personal sanitario y a la población en general a estar atentos ante este “asesino silencioso”.
Por primera vez se reconoce en una resolución de la OMS el impacto mundial de la hepatitis B y la hepatitis C, dos enfermedades que causan, como se dijo, muchas muertes al año. La resolución establece claramente la necesidad de una acción global coordinada para hacer frente a la hepatitis viral respaldada por recursos específicos. También proporciona el respaldo global al Día Mundial de la Hepatitis como foco principal de los esfuerzos nacionales e internacionales de sensibilización.
La resolución pide voluntad política de actuación y recursos para afrontar de manera efectiva a las hepatitis virales. También insta a la OMS a ayudar a los países que lo necesiten, a desarrollar capacidades técnicas para implementar planes de acción que incluyan la prevención primaria, y también el tratamiento y el cuidado de los pacientes.
Sin la inversión necesaria realizada por los donantes netos de las Naciones Unidas para poner en marcha un plan global, millones de personas continuarán infectándose y morirán por causa de una enfermedad potencialmente curable.
Falta información; muchas personas padecen hepatitis viral B o C y lo desconocen, y sólo una mínima parte de las personas infectadas han tenido la oportunidad de tratarse.
La investigación está proporcionando nuevos fármacos, más eficaces y con menos efectos secundarios. Los precios de estos fármacos son inasumibles para muchos sistemas de salud.
La inversión e investigación en el desarrollo de nuevos fármacos debe llegar a todos los pacientes, además de generar beneficios a la industria farmacéutica. En el caso de los nuevos fármacos para la hepatitis C, el margen de beneficio parece extremadamente elevado. La resolución apoya que los países con recursos limitados puedan usar la flexibilidad que les otorga la Organización Mundial del Comercio (OMC) para producir o importar versiones genéricas de los nuevos tratamientos para la hepatitis, si las compañías farmacéuticas no negocian precios asequibles para cada país.
Es hora de pasar a la acción. Las prioridades son concienciar e informar a la sociedad y desarrollar estrategias nacionales integrales de salud pública adecuadas a las situaciones concretas de cada país, que deberían evaluarse de manera eficaz y realista para poder abordar de manera eficiente el grave problema de Salud Pública que constituyen las hepatitis virales.
Si no se actúa ahora, la carga individual, social y sanitaria será dramática en los próximos años.
El texto de la resolución desgrana y concreta todos los problemas que la epidemia global de hepatitis virales conlleva.
Pero la acción es lo más importante y no es suficiente con reconocer el problema a nivel global, cada país debe implementar la estrategia de acción adaptada a su problemática particular respecto a las hepatitis virales, haciendo un diagnóstico real de la situación y presentando soluciones efectivas que tengan prevista la dotación económica correspondiente.
Ante la oportunidad de curación y erradicación de las hepatitis crónicas estamos ante una gran posibilidad. La OMS recomienda la implementación de una Estrategia Estatal de Respuesta a la Hepatitis Crónica, que permita abordar: vigilancia epidemiológica, prevención, detección/diagnóstico, atención y tratamiento, y en el que participen todos los agentes implicados.
Este plan de acción permitiría una planificación adecuada de los recursos sociosanitarios que es necesario destinar al tratamiento de esta patología.
(*) MEDICO HEPATOLGO.
DOCTOR EN MEDICINA UCB Y UNNE.
Fuente: http://www.ellitoral.com.ar/es/articulo/320907/Las-hepatitis-virales