Familiares de jugadores como Riquelme, los hermanos Milito y Leo Astrada también fueron víctimas de secuestro.
El secuestro del padre de Carlos Tévez no es el primero que conmueve al mundo del fútbol. Familiares de los futbolistas Juan Román Riquelme, de los hermanos Diego y Gabriel Milito y de Leonardo Astrada fueron víctimas de esta modalidad de delito en la última década.
En 2002, Cristian Riquelme, entonces jugador de Platense y hermano de Juan Román Riquelme, fue secuestrado cuando estaba en la puerta de su casa con un amigo, a la vuelta de la comisaría de Don Torcuato. Permaneció 29 horas cautivo y el entonces crack de Boca, flamante incorporación de Argentinos Juniors, pagó 160.000 dólares de rescate. Ese mismo año, en agosto, también secuestraron a Jorge Milito, padre de los jugadores de Racing e Independiente, Diego y Gabriel Milito, quienes tuvieron que desembolsar 12.000 dólares para volver a ver a su padre.
Pero quizá el caso más resonante de los últimos años fue el de Rubén Astrada, padre del futbolista de River Leonardo Astrada, por la cantidad de días que duró el encierro. Luego de permanecer en cautiverio durante 27 días, el hombre fue liberado en julio de 2003. Pedían 200.000 dólares, pero acordaron un pago de $100.000.
El último caso tuvo lugar en septiembre pasado, cuando el joven jugador de Huracán Lucas Villarruel fue víctima de un secuestro exprés junto a su padre, en Lomas del Mirador, La Matanza. Ambos tuvieron la suerte de ser liberados horas después sin pago.
Fuente: La Razón