«Me dijo que la chica cruzó en amarillo y cuando la atropelló venía cortando clavos.» Así recordó Sergio, propietario de un taller de chapa y pintura de Villa Madero, cómo fue la confesión del taxista que, luego de atropellar y matar a una joven estudiante neuquina frente al Aeroparque, la abandonó y huyó.
A partir del testimonio del chapista, los efectivos de la comisaría 51a. de la Policía Federal localizaron al conductor del taxi Volkswagen Suran que, el 16 de julio pasado, a las 23.55, atropelló y mató a Michelle Tamara Álvarez, de 21 años.
Según informaron fuentes policiales, el taxista, de 65 años, cuya identidad no trascendió, fue detenido en su casa de Belgrano y quedó alojado en la sede de la superintendencia de Investigaciones, situada en Madariaga y General Paz. Desde allí será trasladado mañana a los tribunales, donde será indagado por el delito de homicidio.
Sergio dijo que cuando la semana pasada recibió el vehículo «no había rastros de sangre, aunque tenía el parabrisas roto, el capot abollado con una forma de un cuerpo y el paragolpes y el frente también dañados».
Michelle estudiaba Odontología en la Universidad de La Plata y esperaba tomar un vuelo a Neuquén para ver a sus padres. Al cruzar la avenida Costanera fue atropellada. Walter, el amigo que la acompañaba, salvó su vida por unos centímetros. El testigo afirmó que el conductor del vehículo, al que describió como un taxi, arrastró a Michelle unos 30 metros y huyó.
«Primero, el dueño del taxi me dijo que había chocado contra un árbol. No le creí, porque vi cómo estaba el coche. Entonces, se quebró y confesó haber atropellado a una persona. Aclaró que había puesto un abogado y que no habría problemas. Pero matar es otra cosa», recordó Sergio en referencia al primer encuentro con el detenido y a la razón por la que entendió que accedió a reparar el vehículo.
Sin embargo, cuando el caso de Michelle tomó estado público el miércoles pasado, el mecánico dijo que enfrentó a su cliente y le dijo: «Escuchame una cosa, ¿vos fuiste el del accidente de la chica esa? La mataste loco. Tenés que presentarte en la comisaría, decí que estás arrepentido», sostuvo Sergio, que afirmó que el taxista «temblaba y lloraba».
Ante la policía, el chapista admitió que tiró el capot a la basura porque el taxista le dijo que había hecho la denuncia. Pero cuando se enteró de que había matado a una persona sacó el automóvil de su taller y lo dejó en la calle. «Como insistía con que quería que le arreglara el auto y no entendía que tenía que ir a la policía, le dije que me esperara, que iba al baño. Entonces, entré en mi casa, llamé a la comisaría 51a. y hablé con uno de los jefes. Les dije que el dueño del taxi estaba en mi taller, que vinieran a buscarlo», recordó Sergio..
Fuente: La NAción