Fue en el marco de una docena de procedimientos para desbaratar kioscos de venta al menudeo de cocaína y marihuana. Hay ocho detenidos.
Droga, armas, muchos teléfonos celulares y ocho detenidos es el resultado provisorio de una docena de allanamientos que la división Narcotráfico de la policía de la provincia de Buenos Aires realiza en Punta Alta y Bahía Blanca: uno de los sitios es la Unidad Penal 4 de Villa Floresta, donde se alojan unos 450 detenidos.
El operativo se inició a las 9 y aun continúa. Según dijo el titular de la repartición en Bahía Blanca, comisario inspector Claudio Barrionuevo, la investigación había comenzado un año atrás, en la fiscalía especializada de la justicia bonaerense.
“Las tareas estaban orientadas al desbaratamiento de kioscos de venta al menudeo tanto de cocaína como de marihuana” precisó a Clarín el jefe policial. Según dijo Barrionuevo, junto al hallazgo de “una cantidad elevada de estupefacientes”, de ambos tipos de droga, también se encontraron pistolas y revólveres por lo que “habría varios aprehendidos”, adelantó. Muchos de los teléfonos celulares incautados se usaban en operaciones de venta de droga.
El titular de Narcotráfico no quiso precisar aún el resultado del allanamiento realizado en la cárcel bahiense, aunque descartó, en principio, cualquier vinculación con la causa de Juan Ignacio Suris, preso desde enero pasado, por liderar una banda dedicada al transporte, comercialización y distribución de estupefacientes. Tres semanas atrás, la cámara federal bahiense ratificó el procesamiento con prisión preventiva de Suris, novio de Mónica Farro y amigo del valijero Leonardo Fariña y de una decena de miembros de la gavilla.
En el auto de procesamiento a Suris y su banda, dictado por el juez federal Santiago Martínez, el magistrado precisó que uno de los detenidos, preso en la cárcel bahiense, “recibía favores a cambio de estupefacientes”.
En una de las escuchas telefónicas, Suris sugería darle unas “tizas a un director de una conocida Unidad Penitenciaria” y también se determinó que personal del Servicio Penitenciario Bonaerense recibía en su domicilio particular, encomiendas para uno de los miembros de la misma banda.
No obstante la desvinculación que hizo Barrionuevo de los allanamientos de hoy con el caso Suris, se pudo establecer que su lugar en la venta de drogas en la ciudad y la zona ya habría sido ocupado, por lo que los investigadores también están tras esa pista.
Fuente: Clarín