Los tickets para el partido de pasado mañana se multiplican en precios y ofertas. Los pasajes de avión costaban $30.000 y se agotaron en pocas horas
Si usted quiere comprar una entrada para ver la final entre Argentina y Alemania deberá desembolsar cerca de $100.000 en la reventa. Sí, ése es el valor promedio que cuesta un ticket fuera del circuito oficial para el partido en el Maracaná. Pero en caso de conseguirla deberá buscar una vía alternativa al avión para ir ya que los pasajes a Rio de Janeiro, que llegaron a costar $30.000 ya están agotados. Si quiere ir en jet, deberá pagar u$s5.000.
En algunos casos los precios pueden ser algo menores, pero hay páginas de Internet en los que se pide 129.000 pesos por un ticket. Por supuesto el valor es mucho más alto que el original, que arrancaba en 484 dólares como el costo más barato. En suelo carioca, hasta ayer los valores iban desde los u$s1.000 a los u$s4.000.
Hay valores de todo tipo que irán oscilando de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda. En algunos casos se puede apreciar por las redes sociales entradas a $75.000, aunque algunos dudan de su autenticidad. Lo curioso es que la entrega se ofrece en Río, lo que implica un riesgo. Se especula con precios que suban entre hoy y mañana hasta alcanzar cifras insólitas, de las más altas pagadas para ver un partido de fútbol en la historia. Más allá de esto, la recaudación tradicional seguramente será récord para esta competencia.
En algunos casos se puede apreciar por las redes sociales entradas a 75.000 pesos, aunque algunos dudan de su autenticidad.
Por los canales de FIFA, los compradores de las entradas para la final se dividen en las siguientes nacionalidades, según publicó O’Globo: el 48% son brasileños; 8,7, argentinos; 8,1, alemanes; 5,6, españoles; 5,3 ingleses, y el 4,5 restante norteamericanos. Pese a estas cifras, el Maracaná, con capacidad para 73.531 personas, albergará a decenas de miles de argentinos.
Aerolíneas Argentinas triplicó su cantidad de vuelos hacia Río. A los cinco regulares diarios, sólo el sábado se agregaron otros 10. Se estima que entre hoy y mañana viajarán desde aeropuertos unos 4.000 argentinos a Brasil que hasta antes del partido con Holanda no tenían el pasaje comprado. «Está casi todo reservado», dijo un vocero de la compañía, que agregó que «el valor de cada pasaje es de $31.000. Son valores especiales porque se trata de chárteres, es decir, que van, dejan el pasajero y vuelven vacíos. Por eso son costos que pueden alcanzar el doble de lo que habitualmente se paga por un pasaje.»
Aerolíneas Argentinas triplicó la cantidad de vuelos a Río de Janeiro. Se agregaron 10 y hay pasajes de hasta 31 mil pesos, pero ya casi no quedan.
En cuanto a aviones, se puede agregar los jets privados. Si bien mueven mucha menos gente, es una propuesta novedosa, pero más habitual de lo pensado. «Sorprendentemente es algo muy común. Estoy desde hace 6 años en este mundo desconocido y me sorprendí de todo lo que se mueve», dice Miguel Lo Visco, que se divide entre comandante y vendedor de sus vuelos. Por esta vía habrá 50 jets que aterrizarán en Río, con capacidad para ocho personas cada uno. Esos 400 lugares están todos vendidos. El costo no es para nada económico: 5000 dólares por persona, que incluye estada por dos días. «Es un precio alto, pero la verdad es que Brasil se aprovecha y subió los precios de todo lo relacionado con los vuelos y costos aeroportuarios».
Otra variante que ya realizaron algunos en la semifinal es viajar vía Uruguay, con pasajes a precios más accesibles y en vuelos regulares.
Mientras la fiebre argentina por estar el domingo en Río de Janeiro se potencia, en Brasil intentan seguir atacando el problema de la reventa.
La policía de Río de Janeiro buscaba ayer al presidente ejecutivo de una compañía suiza de alojamiento implicada en una investigación por la reventa ilegal de entradas VIP del Mundial. Luego de que una Corte ordenara el arresto del ejecutivo y mantener en custodia a otros 10 sospechosos, la policía no pudo ubicar a Ray Whelan, de la empresa Match Services, una compañía contratada por los organizadores del torneo para ofrecer paquetes corporativos de entradas y alojamiento. La policía brasileña dijo que la red pretendía ganar hasta 200 millones de reales (u$s 90.000.000) por reventa ilegal. La firma es la principal proveedora de paquetes de alojamiento para el Mundial y pagó u$s240 millones por los derechos exclusivos.
Fuente: iProfesional