La sorpresiva denuncia anónima ante el fiscal federal de Río Gallegos, Ramiro González, detalla que el ex secretario privado de Néstor Kirchner, Héctor Daniel Muñoz, enviaba valijas llenas de dólares y euros de Buenos Aires a esa ciudad. La denuncia volvió a poner en el eje judicial a Miriam Quiroga, la ex secretaria privada de Kirchner, quien declaró a la revista Noticias que después de la muerte del ex presidente su viuda -es decir, la presidente- la echó de su cargo en la Presidencia de la Nación. González imputó al gobernador Daniel Peralta, al ex secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, y a la esposa de éste, Carolina Pochetti.
Una vez más: Brito
Poco tiempo después vinieron los programas televisivos de Jorge Lanata, donde Leonardo Fariña y Federico Elaskar confesaron que los millones de euros que se lavaban vía paraísos fiscales eran transportados en avión desde Santa Cruz a San Fernando, en la provincia de Buenos Aires. Luego Miriam Quiroga, en el mismo programa Periodismo para Todos, dijo que Daniel Muñoz, entonces secretario privado de Kirchner, en varias oportunidades le había mostrado bolsos y maletines negros que le decía que contenían dólares que luego enviaba a Río Gallegos. Hace varios años venimos escribiendo que Ricardo Jaime, desde la Secretaría de Transporte, periódicamente le llevaba valijas repletas de dólares al presidente, producto de los “retornos” de los subsidios al transporte ferroviario y de micros de corta, media y larga distancia, que recaudaba Claudio Cirigliano, el dueño de la empresa TBA y de Automotores Plaza. La primera era la concesionaria de la línea Sarmiento, que sufrió la tragedia de Once en febrero de 2012, donde murieron 51 personas y que luego fue estatizada. Hoy Cirigliano espera detenido en su domicilio en Barrio Parque el proceso judicial sobre su responsabilidad penal. En los primeros años de gobierno kirchnerista, Jaime casi diariamente concurría a la Casa Rosada con valijas repletas de dólares. Y más tarde, Ernesto Clarens, el financista socio de Jorge Brito, inventó la operatoria con billetes de 500 euros para disminuir el volumen físico de los bolsos y valijas. La nueva denuncia, que dijimos que es anónima, señala que Muñoz se asoció con el abogado Alejandro Vecchi, que representaba a la familia Cabezas y al entonces gobernador y después presidente Eduardo Duhalde. Ellos acordaron fundar una empresa con un avión para trasladar bolsos con dólares o euros. Esa empresa se llamaba Cabiline S.A. y, como nombre de fantasía, Ayres Buenos Aires, contando con una aeronave de matrícula panameña, lo que motivó que el fiscal federal González pidiera la declaración de las personas citadas y la investigación de las empresas mencionadas ante el juez Luis Rodríguez, quien tramita la causa abierta por la denuncias televisivas de Quiroga, que es una causa distinta a la que llevan el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán, que está caratulada como “Lázaro Báez s/lavado de dinero”. Sería inminente que el juez Rodríguez llame a declarar nuevamente a Quiroga para que ratifique sus declaraciones. El cristinismo, a través de Carlos Zannini, descubrió que, cuando la echaron a Quiroga, la ministra de Acción Social Alicia Kirchner tenía que nombrar a una persona que cobrara por ella sin que Cristina se enterara. Pero esa persona se quedó con los sueldos, de ahí que Quiroga hablara públicamente. Ahora, con esta nueva denuncia anónima, el gobierno decidió indemnizarla a Quiroga para que se rectifique y Zannini dio orden a Emanuel Álvarez Agis, director del Banco Macro en representación de la ANSES, para que le dé una cifra importante en dólares para callarla. El Banco Macro es el preferido por el cristinismo para lavar la ropa sucia, como, por ejemplo, en el caso Ciccone, con los centenares de millones pesos de la publicidad oficial. El caso es que los medios y periodistas vinculados al régimen cambian las facturas por cheques al día con un pequeño descuento. En cambio, los demás deben esperar meses para cobrar.
Guillermo Cherashny/informadorpublico.com