DILATAR EL FALLO Y PROLONGAR LA SUSPENSIÓN.
El Jury iniciado contra el Fiscal Campagnoli se encuentra empantanado por exclusiva responsabilidad de los integrantes del Tribunal de Enjuiciamiento que responden al Kirchnerismo.
Concluidas las audiencias, la vocal Martínez Córdoba (que responde a la Procuradora GilsCarbó) pidió licencia y, días después, renunció a su cargo. Esta situación disparó, a su vez, un nuevo inconveniente, en tanto que el suplente de la renunciante, al igual que los otros suplentes, no habían sido citados a presenciar las audiencias por el Presidente del Tribunal, el oficialista Daniel Adler. De ese modo, la continuidad del juicio mediante la introducción de un vocal suplente, vulneraría la oralidad del proceso, instaurada para que los jueces perciban sin intermediarios los dichos de los testigos, sus gestos, sus titubeos, sus emociones y todo aquello que no puede transmitirse en una fría hoja de papel.
Asimismo, y tal como lo sostiene la defensa, el jury ha caducado por haber estado parado diez días en razón de cuestiones que, como se puede ver, no son imputables al Fiscal perseguido. Sin embargo, hay miembros del Tribunal que pretenderían la realización de un nuevo juicio, o bien la continuidad del mismo, previa asunción de un nuevo vocal que podría acceder a las transcripciones de las audiencias para fundar su voto, a favor o en contra de la destitución de Campagnoli.
Ahora bien, reducido el Tribunal a seis miembros, las discusiones necesarias para continuar con el trámite o disponer su archivo se encuentran empatadas tres a tres. Y es por ello que, en el día de ayer, se decidió una nueva postergación del juicio por otros diez días.
Si como lo sostiene la defensa, los dichos de los testigos en las audiencias han sido ampliamente favorables a la posición de Campagnoli, pareciera que la nueva estrategia de la secta “Justicia Legítima” pasa, ahora, por dilatar el proceso. De ese modo, sus integrantes no incineran la poca credibilidad que les queda condenando a un inocente sin la más mínima prueba en su contra y, paralelamente, lo mantienen suspendido para que no vuelva a investigar, y para mantener intimidadosa aquellos fiscales que pudieran pensar en seguir sus pasos.
Esta estrategia, sin embargo, puede tener un límite. Y ese límite está en el ámbito de la Justicia en lo Contencioso Administrativo Federal, que si bien denegó una medida cautelar a Campagnoli al inicio de su suspensión, bien podría cambiar de criterio si la suspensión preventiva –por su excesiva prolongación- comenzara a parecerse más a una destitución encubierta.
José Lucas Magioncalda/periodicotribuna.com.ar