El papa Francisco designó a Eduardo Martín como arzobispo de Rosario

La llegada del actual obispo de Río Cuarto se concreta después de una investigación en el manejo de los fondos de Cáritas; el papa había desplazado a José Luis Mollaghan

Rosario.- El Papa Francisco nombró a monseñor Eduardo Eliseo Martín, actualmente obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, como nuevo arzobispo de Rosario. La decisión -que fue difundida por la agencia oficial AICA- se conoce después de que el Vaticano removiera de la arquidiócesis a José Luis Mollaghan, tras conocerse, después de una «visita fraterna» encabezada por monseñor José María Arancibia, que el Arzobispado de Rosario había quedado atravesado por desprolijidades en el manejo de los fondos y acusaciones de maltratos.

En la página web de la agencia AICA se detalla que la «información de la promoción de Martín a arzobispo metropolitano de Rosario fue comunicada por el nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig».

«Monseñor Eduardo Eliseo Martín será el quinto arzobispo de Rosario (sexto diocesano) a quien en breve el nuncio apostólico pondrá en posesión de la cátedra episcopal rosarina», señala el comunicado.

Martín es obispo desde el 21 de febrero de 2006, cuando el papa Benedicto XVIlo designó en Villa de la Concepción del Río Cuarto. Su ordenación episcopal se hizo en el estadio del Olimpia Básquetbol Club, de Venado Tuerto, localidad santafecina de donde es oriundo.

El Arzobispado de Rosario había quedado vacante el 19 de mayo pasado cuando el papa Franciscodesignó a Mollaghan en una comisión -que está por crearse- de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se ocupará de analizar las apelaciones de eclesiásticos acusados o condenados por delitos graves.

Desde la entronización de Francisco en la Santa Sede, la figura de Mollaghan quedó en el centro de rumores sobre su posible alejamiento del Arzobispado de Rosario. Su relación con el ex arzobispo de Buenos Aires, con quien trabajó siete años en la curia porteña, nunca fue buena.

Pero el foco se centró en el manejo poco cristalino de los fondos de la Iglesia. Este tipo de irregularidades sacudieron al arzobispado durante el mandato de Mollaghan, a quien muchos fieles siempre vieron alejado de los problemas cotidianos de un arzobispado como el de Rosario, una de las ciudades más castigadas por la pobreza, la droga y el narcotráfico. Uno de los problemas más graves fue el manejo de los fondos de Cáritas, que estuvieron hasta hace unos años a cargo del padre Osvaldo Bufarini, quien en un hecho inédito pidió su quiebra ante la justicia en diciembre de 2012. De acuerdo con los registros del Banco Central de la República Argentina(BCRA), el padre Bufarini libró más de 310 cheques sin fondos, que -según argumentó- fueron «para terminar un plan de viviendas» que inició en Santa Fe el Ministerio de Planificación Federal. Este sacerdote estuvo inhabilitado por un año por la Justicia y fue trasladado a una capilla en el barrio Tablada, en la zona sur de Rosario, donde vive en una casa al lado del templo.

Mollaghan admitió -según publicó LA NACIÓN- que hubo «una serie de cosas y de casos observados» en el Arzobispado, pero culpó a los medios de comunicación que, según el sacerdote, hicieron «un gran relato que no tenía que ver con la realidad». El religioso también minimizó «la visita» de monseñor Arancibia. «Fue una visita fraterna, de las que se hacen frecuentemente. Tuvo un comienzo, un final y un informe. Fue en diciembre. El relato siguió tomado de diferentes lugares, y eso no es real», explicó. Mollaghan sostuvo que los casos en los que se plantearon «problemas se fueron resolviendo» y específicamente sobre los supuestos desmanejos económicos en Cáritas dijo: «Lo que hizo el Arzobispado fue fiscalizar, no administrar».

Fuente: La NAción