La AFIP podría quedarse hasta con el 69% del ingreso de los trabajadores porque suma al cómputo mensual normal la media cuota del SAC.
El cobro del medio aguinaldo históricamente traía un soplo de aire fresco a las arcas familiares que acusaban el peso de mitad de año. Sin embargo, en este 2014 la buena noticia del pago de este suplemento quedará opacada para millones de trabajadores que verán licuarse estos fondos en manos de la AFIP. Resulta que para el cálculo del Impuesto a las Ganancias la Administración Federal de Ingresos Públicos le suma a la remuneración mensual normal la media cuota del sueldo anual complementario. Así se disparan los montos descontados a cada trabajador. Esto sólo podría cambiar si el Gobierno cede al reclamo de los sindicatos y de la oposición para elevar el piso mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias hoy en 15.000 pesos, según la última actualización de septiembre de 2012.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el Estado podría quedarse con entre el 14 y el 69 por ciento del medio aguinaldo que los trabajadores asalariados registrados comenzaron a cobrar en todo el país debido al impuesto a las Ganancias.
La explicación es simple, al incorporarse al sueldo mensual lo percibido por el aguinaldo los empleados suben de categoría y, con ello, la cantidad de dinero que la AFIP retiene por este concepto.
El recorte, claro, afectará sólo a los contribuyentes cuyo ingreso salarial supere el piso de 15.000 pesos.
Así los contribuyentes se encontrarán con la ‘sorpresa‘ de que una parte ‘significativa‘ del monto neto de su aguinaldo será absorbido por las retenciones del impuesto a las ganancias que se le practicarán sobre los ingresos de junio.
Según detalla el Iaraf, esa situación se origina en dos situaciones, una normal y la otra que deriva de las ‘distorsiones‘ acumuladas por la falta de actualización de los tramos de escala del impuesto que se encuentran congeladas desde el año 2000.
Así, un trabajador -casado con dos hijos- que percibe 16.000 pesos y sufrió la retención de 57,94 pesos en el sueldo de mayo, vera absorción de 940,65 pesos en el sueldo de junio (que cobra en los primeros días de julio), lo que representa un 14,3% de su salario anual complementario.
En el sueldo del mismo trabajador, si es de 18.000 pesos, la retención saltará de 308,92 pesos a 1.954 pesos, lo que equivale al 26,5% del aguinaldo neto; pero si el sueldo es de 20.000 pesos, la retención pasará de 677,48 a 2.633 pesos, lo que es igual al 32,1% del aguinaldo.
En caso de que el sueldo del contribuyente sea de 22.000 pesos, la retención saltará de 1.077 pesos a 3.512 pesos (38,9 del aguinaldo neto); y si el sueldo es de 25.001 pesos, la absorción pasará de 2.411 a 5.999 pesos (equivalente al 58,5% del aguinaldo).
Esos porcentajes serán todavía más significativos si el trabajador ha percibido un incremento nominal de ingresos en torno al 30 por ciento en lo que va de 2014, producto de las negociaciones paritarias celebradas en el primer semestre. Esa situación expondrá al que cobraba 16.000 pesos antes del aumento salarial a una retención que pasará de 737 pesos en mayo a 2.733 pesos en junio, igual al 32,1% del aguinaldo neto; y aquel que perciba 25.001 pesos más el aumento pactado, sufrirá una retención de 9.227 pesos, equivalente al 69,2% del aguinaldo.
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